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Muñoz: "Este presente no es precisamente aquél con el que soñábamos en la Transición"

El docente y exconcejal llanisco presenta hoy en Ribadesella y mañana en Cangas su libro "Ahora que me acuerdo"

Juan Muñoz, en su casa de Tereñes. P. M.

A Juan Muñoz (Nueva de Llanes, 1953) le cambió la vida que su compañero de clase en el Instituto Laboral Agrícola de Cangas de Onís estuviera enfermo el día que el profesor de Literatura repartió los géneros para hacer un trabajo. Ya se estaba frotando las manos porque le tocaba la novela, pues en aquella época devoraba obras de Julio Verne y de Stevenson, pero el profesor Castelao se saltó el pupitre vacío y le asignó un ensayo de Unamuno.

"Me llamó mucho la atención, me quedé desconcertado", rememora quien luego sacó la cátedra de Filosofía, fue profesor y concejal en Ribadesella, donde hoy presentará su libro "Ahora que me acuerdo" en la Casa de Cultura a las 20.00 horas. También lo presentará mañana, a la misma hora, en la Casa de Cultura de Cangas de Onís.

Aquel ensayo le caló tan hondo que, al explicarle Castelao que se estudiaba como género literario pero que en realidad se trataba de filosofía, Muñoz sintió un flechazo y encaminó su vida hacia la Universidad de Valencia. Fue como si a un adolescente actual "lo coges y lo llevas a Marte", compara el docente, ya jubilado, sobre el "tremendo choque" que supuso trasladarse de Cangas de Onís a una de las facultades más revolucionarias del momento. La canguesa entonces era una villa rural, muy marcada por la religión y donde los jóvenes se apuntaban a la "OJE" (Organización Juvenil Española) "porque era la única manera de que te dejasen tiendas de campaña para ir a acampar a Sotres y por ahí".

Cualquier vecino de la comarca podrá sentir cercano el libro, pues su padre era guardia civil y por sus constantes traslados laborales la familia vivió por todo el Oriente. Lo hicieron en La Isla (Colunga) y también en Ribadesella. "Allí empecé a conocer gente y entré en la Sociedad Cultural y Deportiva, donde mantuvimos una actividad frenética", rememora Muñoz, quien participó en clases, conferencias y en la organización del concierto de Raimon, del que el próximo mes de julio se cumplirán 40 años.

"Fue un acontecimiento brutal, nadie entendía cómo en Ribadesella lo estaban organizando. Nos metimos en una de mucho cuidado, pero al final fue un éxito rotundo", describe el autor, quien ha incluido en el relato algunos de los "entresijos" que rodearon a una actuación muy cuestionada políticamente, pues tuvo lugar en el verano de 1976, cuando hacía poco que había fallecido el dictador Francisco Franco y el régimen aún seguía vigente.

Poco después del concierto de Raimon se celebraron en España las primeras elecciones democráticas y Muñoz se presentó como cabeza del Partido Comunista y obtuvieron tres concejales. Pactaron con el PSOE y el llanisco pasó a ser concejal de Cultura y primer teniente de alcalde.

Fue, además, director del instituto Avelina Cerra, que no siempre perteneció a la red pública de enseñanza. "Era un centro homologado que dependía de Cangas y luchamos mucho para que fuera un instituto con todas las de la ley", rememora el docente, quien también puso en marcha un grupo de teatro. Inspirados por lo que el poeta Federico García Lorca había hecho durante la segunda República, aquella formación riosellana también llevó las artes escénicas por los pueblos y Muñoz siguió dando alas a su inquietud en muchos frentes. Entre otros participó en la fundación de la revista cultural "Nordeste", de la que la asociación "Amigos de Ribadesella", que también ha auspiciado el libro que se presenta hoy, editó dos volúmenes. Al igual que la etapa como estudiante en Valencia, vivir la Transición en Ribadesella también determinó su "formación como persona", algo que Muñoz quiere compartir ahora con los lectores.

Lo hace "con distancia" pero también con "elementos críticos, muchos recuerdos y un toque filosófico. Pero de una filosofía mundana, no académica", aclara el catedrático antes de confesar que entre las páginas pueden haberse colado "algunos toques melancólicos". El libro "acaba en el presente", un tiempo que le pilla "muy desconcertado. Desde aquel joven que era, lleno de ilusiones y con ganas de cambiar el mundo, en el libro aparece una persona que lo mira todo con perplejidad", explica el escritor. "Haciendo un análisis subjetivo y crítico del presente que nos encontramos, no es precisamente con el que soñábamos", lamenta quien, además, se apena por el Oriente, de donde se considera. Le duele la comarca "como comunidad política" y también el fracaso de la mancomunidad, "porque cada uno iba a lo suyo. El localismo siempre primó sobre una idea más global del Oriente como territorio. Ahora que me acuerdo es un híbrido, con un poco de todo y con muchos elementos críticos absolutamente personales". Escrito con estilo literario, puede leerse como un relato, como una crónica histórica o como un libro de memorias.

Juan Muñoz vive en Gijón, pero tiene en Tereñes su segunda residencia. En la localidad riosellana gestó este libro y también vivió su última época de actividad social y cultural, implicado con la asociación de vecinos (que en aquella época, en 2001, quedó finalista en el premio al "Pueblo Ejemplar"). Desde allí, una de las zonas más altas del concejo, el profesor, ya jubilado, mira "pasar los trenes" y escribe "para entenderlo". Quienes quieran pueden compartir con él este viaje, acompañado hoy y mañana de la música que su hija Clara interpretará con la flauta travesera, la guitarra y su voz en ambos actos de presentación.

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