Con sanciones para los vecinos que la semana pasada denunciaron públicamente los problemas que sufren por la práctica del "botellón". Para asombro e indignación de los multados, así terminó el primer fin de semana de patrulla nocturna de la Policía Local por el barrio de El Cuetu, centro neurálgico de la movida juvenil llanisca.

La vigilancia, de diez de la noche a una de la madrugada, fue ordenada por una resolución de la alcaldía, que pretendía terminar con los altercados que se vienen produciendo en este lugar como consecuencia de esta práctica entre adolescentes. La patrulla policial a pie terminó, según explican los vecinos, con tres multas a coches supuestamente mal aparcados. Uno de los turismos es de una de las denunciantes del "botellón" quien, además, dispone de permiso para aparcar en la zona.

"Me han dicho que la multa es por estacionar en una vía de doble sentido. Llevo 8 años dejando ahí el coche y jamás me habían puesto una multa pese a que alguna vez les había llamado porque algún coche no me dejaba salir", se queja la afectada, Ana Esteban Landa. Asegura que hoy irá al Ayuntamiento para pedir explicaciones al alcalde: "Parece que por denunciar el 'botellón' hemos sufrido represalias".