El patronato del parque nacional de los Picos de Europa debatirá en su reunión del viernes en Camaleño (Cantabria) el proyecto de accesibilidad a la majada de Las Mantegas, en el concejo de Onís, promovido por el Ayuntamiento. La construcción de un acceso rodado a Las Mantegas es una reivindicación histórica de los ganaderos de la zona, que en la actualidad se ven obligados a dar un larguísimo rodeo por Covadonga y los Lagos para acceder a una majada que se ubica a apenas 600 metros de una pista que parte del pueblo de Demué y llega hasta el paraje de Soñín. A partir de este punto existe un camino carretero, en muy mal estado de conservación, lo que impide el paso de vehículos.

El Ayuntamiento de Onís lucha desde hace años para sacar adelante el proyecto, que daría también acceso directo a la vega de Belbín. De hecho, el asunto ya se debatió en el patronato en 2006, cuando se acordó lo siguiente: "el parque nacional y el Ayuntamiento de Onís, resolverán las discrepancias manifestadas, previo estudio de impacto ambiental del proyecto, establecerán las medidas que impidan eficazmente el paso de vehículos ajenos a los ganaderos y que se presente nuevamente al patronato para conocimiento e informe".

El proyecto prevé acondicionar la senda para el paso de tractores y vehículos todoterreno con remolque, sin modificación de la pendiente, por lo que no está sometido a tramitación ambiental, según los rectores del parque nacional. Según las indicaciones del Principado, al sendero se le dará, en toda su longitud, un ancho de 2,20 metros, necesarios para dar paso a los vehículos y para disponer piedras delimitadoras del borde de camino en los puntos con riesgo de caída.

Más exigencias: no se realizarán taludes de terraplén, siendo el límite exterior del sendero el actual. En lo alto del camino, justo antes de iniciar el descenso a la vega, al haber ancho suficiente, se ubicará un apartadero sobre terreno natural que permita el cruce, infrecuente pero no improbable, de dos vehículos.

Las autoridades del parque, antes de acometer la obra, pretenden realizar un "ensayo" de cómo quedaría el camino carretero. Para ello se actuará sobre un tramo de unos 50 metros de longitud, justo antes de entrar en el espacio protegido. A partir de esa prueba y con el proyecto de actuación elaborado, se consultará al Servicio de Evaluación Ambiental, respecto de si la actuación, debe someterse a algún tipo de evaluación ambiental. Si la respuesta es afirmativa, el parque no abordaría ninguna actuación y cualquier avance en el proyecto quedaría supeditado al cumplimiento de los trámites ya comunicados al Ayuntamiento. En caso contrario sí se acometería la actuación.