Llorando y ladrando durante cincuenta minutos, hasta que fue rescatado en un acantilado del paseo de San Pedro. A "Vago", un precioso perro cruce de shar pei y labrador de cuatro años, la curiosidad estuvo a punto de costarle muy cara. El animal se precipitó hoy por la mañana, para susto de sus dueños, los leoneses Nieves Cascallana y Javier González, por un acantilado del paseo de San Pedro. El animal se aferró a la vida sujetándose como pudo a un pequeño escalón natural del barranco, situado a unos 3 metros del murete que delimita el precipicio. Para rescatarle fue necesaria la intervención de los bomberos.

"Hemos pasado un susto tremendo", relataba Nieves Cascallana, mientras acariciaba al perro, sano y salvo tras el rescate. La pareja paseaba tranquilamente por el paseo cuando, de repente, perdieron de vista a "Vago". "Llegamos, le soltamos y de repente dejamos de verle. Creemos que se acercó al murete y resbaló mientas olía la hierba", señalaron. Los minutos se les hicieron eternos hasta que el perro fue puesto a salvo.

"Estábamos calmándole, pues estaba muy nervioso", señaló González. Fueron varios los curiosos que se acercaron hasta la zona tras percatarse de lo sucedido. "Teníamos miedo de que con tanta gente el perro se pusiese nervioso, diese un paso en falso y se cayese. Una persona que paseaba con su perro se ofreció incluso a bajar a por "Vago", pero nos negamos, pues era muy peligroso". Tras llamar al 112 se personaron en el lugar una patrulla de la Policía Local y los bomberos. "Los bomberos intervinieron muy rápido. Les estamos muy agradecidos", aseguró el matrimonio. Dos de ellos bajaron rapelando hasta donde estaba el perro, al cual ataron para poder subirlo.

No es la primera vez que "Vago" da un susto a sus dueños. El año pasado estuvo a punto de precipitarse desde un segundo piso en la casa de unos familiares en León. "El perro es muy miedoso, pero de vez en cuando nos pega estos sustos", señaló la dueña. La pareja, que disfrutaba de unos días de descanso en Llanes, tendrá que pagar por el rescate de "Vago" 64 euros. "Los bomberos nos dijeron que por ellos no nos cobrarían nada, pero la normativa les obliga a ello. No nos importa el dinero. Hubiésemos pagado lo que hiciese falta. Les agradecemos lo bien que se han portado con nosotros", señalaron.

Ya en tierra firme y más calmado, "Vago", el perro de las siete vidas, jugueteaba con sus dueños mientras los bomberos y varios curiosos lo acariciaban. "Para nosotros es uno más de la familia. Menos mal que el final ha sido feliz", decían sus dueños, aún con el susto en el cuerpo tras la odisea.