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Una vecina de Lastres reúne 500 firmas contra el impuesto de sucesiones en 10 días

"Ya pagaron los abuelos y los padres y es una injusticia que los hijos tengan que seguir pagando", explica la jubilada

Mari Luz Candás en el casco viejo de Lastres. P. M.

Quinientas firmas en diez días para pedir la "exención absoluta" del impuesto de sucesiones y donaciones "en la línea recta ascendente y descendente, en la colateral hasta el quinto grado, así como entre cónyuges o parejas de hecho o more uxorio". Es lo que ha conseguido la lastrina Mari Luz Candás recorriendo puerta a puerta las calles de la localidad.

Cuando esta peluquera jubilada conoció la iniciativa que los abogados Álvaro López, Julio Carbajal y Fernando Fernández realizaban por toda la región no dudó en pedir un taco de hojas y echar a caminar. "Ya pagaron los abuelos, pagamos los padres y es una injusticia que ahora tengan que pagar también los hijos. Así no tendremos nada nuestro", explica la mujer, que inició la recogida por puro altruismo, pues en este momento de su vida no está perjudicada por el impuesto.

Carpeta en ristre, Candás aprovecha sus momentos libres para recorrer las calles de Lastres y ha dejado las hojas en numerosos negocios locales, por donde pasa para reponerlas cuando se han llenado. "En casi 500 firmas que llevo recogidas sólo cinco personas me dijeron que uno y uno de tanta lata que le di firmó para quitarme de en medio", explica con humor la lastrina, a cuya causa se adhieren con rapidez. "En cuanto digo que es contra este impuesto todo el mundo dice que sí", añade Candás. El esfuerzo de la lastrina merece la pena "aunque sólo sea para que los hijos no paguen" lo que sus antepasados ya pagaron con años de trabajo y piensa seguir hasta que haga falta. "Mientras no manden parar y tenga hojas, yo voy a seguir. Cuantas más firmas haya más caso nos harán", expone. Como tantos otros asturianos, Candás empezó a trabajar con 16 años y lo hizo "sin horario" hasta los 62 que se jubiló por enfermedad. "Ya pagué bastante y coticé bastante", considera la lastrina, que lo mismo aborda a un vecino que al comercial que va a dejar bebidas a un establecimiento local. El nombre y los apellidos, la rúbrica y el DNI son suficientes para apoyar una causa que es, subraya, "bien para todos". La lastrina sabe que, a partir de los 150.000 euros de herencia "se paga una barbaridad" que ronda los 18.000 euros y conoce casos de matrimonios que se legaron el uno al otro y tuvieron que afrontar esta cantidad. "A ver si se puede solucionar", expresa incansable mientras recorre el empinado casco histórico de Lastres en busca de las hojas que ha ido depositando. Los abogados que lideran la recogida se entrevistarán con los diversos grupos parlamentarios de la Junta General del Principado para que la propuesta prospere "a la mayor brevedad posible".

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