Los controles de la población del lobo en el parque nacional de los Picos de Europa supusieron, el pasado 21 de marzo, la muerte a tiros de un ejemplar, una hembra de 26,5 kilos de peso, según el informe de gestión de la dirección del espacio protegido. La eliminación de la loba fue obra de la guardería del parque, mediante el sistema de aguardos, en la zona de Buznuebu, en el concejo de Cangas de Onís.

La necropsia reveló el buen estado corporal general de la loba, con abundantes reservas grasas, salvo por lo que se refiere a una infección en un canino partido. Se apreció, igualmente, que el ejemplar estaba bien en celo, bien en los primeros días de gestación pese a su corta edad, estimada en 22 meses. Este hecho ha provocado fuertes críticas de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, que destacó ayer que no consta que exista resolución administrativa aprobada que permita las matanzas de lobo en esa época del año, aunque el informe de gestión señala que se emitieron dos autorizaciones el 23 de febrero de este año. Tampoco tiene el colectivo conocimiento de los informes técnicos que deben justificar los controles en época de cría.

Según los ecologistas, los controles de población se realizan "disparando al primer ejemplar que se presenta, por personal no especializado, sin proceder a la averiguación del sexo, edad y otras características que deben tenerse en cuenta en cuanto a la estructuración de las manadas y posteriores consecuencias en el incremento de los daños al ganado". La Coordinadora subrayó que existen estudios científicos que demuestran que este tipo de controles, lejos de provocar una disminución de los daños al ganado, propician su aumento.

Denunció asimismo que el programa de monitoreo de ejemplares de lobo sirve "únicamente para facilitar la labor de matarlos, y no para obtener datos sobre su comportamiento y campeo para su mejor gestión". Los controles, que se suspendieron el pasado 31 de marzo, habían sido autorizados por la Comisión de Gestión del parque nacional el 5 de octubre pasado, según la dirección, a causa de los daños registrados en la anterior temporada de pastos y por la reproducción de las manadas existentes.