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Hortalizas a precio real en Luces

Los alumnos del instituto descubren el trabajo que cuesta obtener verduras en su propio ecohuerto, del que venden los productos, cultivados sin química

Hortalizas a precio real en Luces

La próxima vez que Ángela García vaya al mercado a comprar una lechuga apreciará de verdad el trabajo del agricultor. Lo hará gracias al "ecohuerto" que el instituto de Luces, en Colunga, ha puesto en marcha en sus instalaciones dentro del programa regional "La ESO por la salud", un proyecto que ha abarcado desde planificar la plantación hasta poner la semilla, quitar malas hierbas, regar y ahora recoger la cosecha. Ayer fue el primer día de recolección y la actividad está dando sus frutos tanto alimentarios como de aprendizaje.

Después de cultivado y con los costes en la mano, los alumnos han tenido que calcular a cuánto venderán sus productos y los 70 céntimos a los que ayer se propuso vender la lechuga le parecían poco a Ángela García para el trabajo que llevó cultivarla. "Así no ganamos nada", se lamentaba la alumna a Teresa Escudero, su profesora de Ciencias Naturales y coordinadora del proyecto. Cuentan, además, con el asesoramiento de Ángel García, un monitor subcontratado por la Consejería de Educación que pasa con ellos cuatro horas al trimestre para enseñarles cómo se lleva un huerto ecológico en el que han sustituido los químicos por aromáticas y productos naturales.

"Planificamos cada cultivo y hemos llevado el huerto como si fuera una pequeña cooperativa. Han ido apuntando los costes que genera la actividad, la planta y el tiempo que invierten para luego calcular el precio del producto", detalla el profesional, quien tuvo que incidir en que venden "calidad, no estética", cuando los alumnos desecharon berza en buenas condiciones porque tenía alguna rotura.

"Hay alumnos a los que les gusta mucho el contacto con la tierra y otros que prefieren temas de cálculo y diseño" explica Escudero, quien considera que "es un lujo" tener un instituto como el de Luces. José Priesca Argüelles es de los primeros, uno de los más implicados en el cuidado del "ecohuerto". "Me gusta cuidar de las plantas, me lo paso bien" destaca quien en casa tiene "cuatro pimientos y unes cuantes fabes" y no está en absoluto preocupado por la rentabilidad, al menos de momento. "El precio es lo de menos, a mí me gusta cultivar, ver cómo crece y sacarlo", añade antes de opinar con humor que sus compañeros son, en este sentido, "muy peseteros". En el trabajo práctico también están implicados los estudiantes que este año cursan segundo de Secundaria (que iniciaron el proyecto el año pasado) y cuentan, además, con la ayuda de algunos profesores de los ciclos formativos que se imparten en Luces relacionados con la producción agroecológica. Tras la jornada de trabajo de ayer, primera de colecta, una parte del grupo expuso lechugas y berzas para que los profesores pudieran adquirirlas y practicar también el acto de la compraventa.

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