"No tenemos un protocolo claro preestablecido para solventar emergencias". Es la denuncia que hacen algunos bomberos del oriente de Asturias, que se quejan de falta de seguridad en su trabajo. Los efectivos aseguran que los protocolos existentes están "poco detallados" y que la actual formación teórico-práctica impartida por la empresa por medio de un audiovisual es insuficiente porque aborda las problemáticas de seguridad de forma genérica, especialmente en intervenciones complicadas, como en centros docentes u hospitales. Los efectivos contradicen así las declaraciones del jefe supervisor, Óscar Rodríguez, que tras el reciente fallecimiento del bombero Eloy Palacio extinguiendo un incendio en la calle Uría de Oviedo aseguró que existen protocolos y una jerarquía establecida.

Los bomberos del Oriente achacan la inexistencia de protocolos bien desarrollados a que "quedaría en evidencia la falta de efectivos de las dotaciones mínimas". "Una vez se comunica la llegada de efectivos al 112 se acaba el protocolo y a partir de ese momento se efectúan técnicas de actuación, que no es lo mismo. Al llegar no está establecido quién hace qué" matizan. La reorganización y refuerzo de la plantilla existente para prestar un mejor servicio es una de las reclamaciones del colectivo. "Hay parques en los que la plantilla existente hace posible aumentar las dotaciones mínimas; es más cuestión de voluntad que presupuestaria", se escudan. Un ejemplo: en el parque de Cangas de Onís hay unos 26 trabajadores (entre bomberos y auxiliares aunque hay vacantes por cubrir) pero fuera del horario de 11.20 a 22.00 horas sólo ejercen tres su labor. "Si hubiera que llevar a alguien por un sendero en camilla fuera de esa hora queda en evidencia la falta de operatividad", ejemplifican. "En el Principado se escudan en que es la franja en que se producen los incendios forestales pero no compartimos la teoría pues los pirómanos prenden precisamente de noche, cuando es más difícil verlos y el helicóptero no vuela", señalan. Lo habitual en otros servicios es una dotación mínima de cinco personas.

Más ejemplos: en Piloña se establecen cuatro turnos de cuatro personas, aunque lo normal es que estén operativos sólo tres, que dan cobertura hasta prácticamente Lieres. Con esta dotación, los profesionales defienden que es "complicado" hacer un equipo de extinción y otro de rastreo para encontrar víctimas y si quedaran atrapados no habría equipo de socorro.