La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El futuro de dos especies emblemáticas

Los científicos, esperanzados con el futuro del oso pardo al constatar su dispersión

Un estudio indica que el fin de la caza furtiva y el éxodo rural favorecen la propagación de la especie, cuyo mayor obstáculo es la autopista del Huerna

Los científicos, esperanzados con el futuro del oso pardo al constatar su dispersión

Hay esperanza para el oso pardo cantábrico. Así lo afirma un grupo de científicos que ha realizado un estudio en el que se constata que las dos subpoblaciones de la especie en la cordillera cantábrica han dejado de estar aisladas. Hay migración de ejemplares de Occidente a Oriente y una "gran mezcla genética" en los individuos del área oriental, a la que pertenece el parque nacional de los Picos de Europa.

La recuperación genética y demográfica de la especie es un hecho, pues en la actualidad hay más de 250 osos en la cordillera (había menos de 100 hace 20 años). En la actualidad se cuentan más de 200 ejemplares en el área occidental (zonas limítrofes de Asturias, León y Lugo) y cerca de medio centenar en la oriental (zonas limítrofes de Asturias, León, Cantabria y Palencia). Es la principal conclusión de un estudio científico que señala también que el fin de la caza furtiva y el éxodo rural favorecen la dispersión de la especie, cuyo mayor obstáculo es la autopista del Huerna (AP-66).

Los autores del estudio, Elena G. González, Juan Carlos Blanco, Fernando Ballesteros, Lourdes Alcaraz, Guillermo Palomero e Ignacio Doadrio, consideran "fantástico" el elevado intercambio genético detectado entre las dos zonas oseras de la cordillera, superior al que esperaban. Esta mezcla genética resulta "fundamental" para la conservación de la especie y hace que se muestren esperanzados al referirse a su futuro, aunque insisten en que el oso pardo cantábrico sigue estando en peligro de extinción.

El estudio, redactado en inglés y titulado "La recuperación genética y demográfica de una población aislada de oso pardo", acaba de ser publicado por la revista científica "PeerJ". La recogida de muestras se prolongó durante los años 2013 y 2014.

Juan Carlos Blanco indicó que aunque ya se había constatado anteriormente la migración de algún ejemplar aislado hacia la zona oriental, los datos ahora recabados demuestran que esta tendencia se ha intensificado en los últimos años. De hecho, de los 26 genotipos únicos detectados en la subpoblación oriental, 14 son mezcla de ambas zonas y 7 se corresponden con osos llegados de la zona occidental. "Estamos sorprendidos con la velocidad a la que se produce esta fusión genética", indicó Blanco, quien subrayó que esa mezcla de genotipos "enriquece a la población cantábrica" y la aleja un poco más de la desaparición.

Blanco cuestionó las quejas lanzadas porque solo queden cinco ejemplares "puros" en la zona oriental, pues en su opinión el objetivo es, precisamente, "que no quede ninguno" y que los científicos sean incapaces "de diferenciar a los individuos de las dos poblaciones", pues eso será signo de una mayor diversidad genética y, en consecuencia, de más posibilidades de supervivencia para la especie en la cordillera.

La migración sólo se produce en la actualidad de Occidente a Oriente, y únicamente está protagonizada por machos. "Las hembras son muy filopáticas y les gusta criar donde nacen", indicó Blanco. De hecho, no se ha hallado ninguna hembra migrante en la cordillera, pero "de momento con la dispersión de los machos es suficiente" para garantizar una mayor diversidad genética de la subespecie, aseveró.

Otra conclusión del estudio científico es el extraordinario crecimiento del número de hembras con cría en los últimos veinte años, pues ha pasado de las 10 censadas en el bienio 1993-1994 a las 54 localizadas en el bienio 2013-2014. Es otro dato sumamente positivo para la especie.

Blanco destacó que el aumento del número de osos no se ha correspondido con el de su área de distribución, lo que implica que ha aumentado la densidad de población, un hecho que quizá es la razón por la que cada vez emigran más osos de la zona occidental a la oriental.

Entre los factores que favorecen la recuperación de la especie, además del fin del furtivismo y el éxodo rural, Blanco citó el aumento de las áreas boscosas, principalmente los robledales y "la mejora de las condiciones sociales de respeto al oso".

Compartir el artículo

stats