La viuda y el hijo de Jesús Lobato, ex agente de Bankinter ya fallecido que estafó a varios clientes en Cangas de Onís, quieren seguir estando presentes en los juicios civiles abiertos en su contra. Así lo expresó su abogada ayer durante el séptimo juicio civil por el "caso Bankinter", que se celebró en el Juzgado de Primera Instancia cangués. La afirmación llega después de Marcelino Tamargo, abogado defensor de 14 de los afectados, pidiera apartarlos de la causa. "El desistimiento llega tarde y se hace para evitar la condena en costas impuesta a los demandantes pero mis clientes van a estar y quieren sentencia absolutoria", apuntó ayer la letrada de los familiares de Jesús Lobato.

El exagente de Bankinter falleció el 16 de enero de 2014 (tras pasar casi un año en prisión) y con su muerte quedó extinta la vía penal. Sus familiares renunciaron días después a la herencia, casi un año antes de iniciarse los pleitos. La magistrada-juez Silvia Golfe ya resolvió los tres primeros juicios civiles, celebrados el pasado 15 de abril, desestimando la pretensión contra la viuda y el hijo de Lobato por falta de legitimación y obligando a la parte actora a pagar las costas, un fallo para el que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.

Quebranto económico

La juez reconoce la responsabilidad civil contractual de Bankinter y obliga a la entidad financiera a reparar el quebranto económico derivado de las operaciones irregulares de su exagente. El abogado de los afectados pidió que estas cantidades se fijen en un proceso posterior "porque el banco no aportó contratos firmados, tarjetas ni acreditación de movimientos telemáticos tal como se le requirió y así es difícil de cuantificar nada", resaltó.

El primer demandante en declarar ayer fue Segundo Martín, vecino de Arriondas, al que Lobato habría abierto una cuenta paralela para, entre otras cosas, solicitar sin su consentimiento créditos por valor de unos 9.000 y 18.000 euros. El segundo juicio fue el de Patricia Suero, que narró como el exagente habría comprado acciones a su nombre, provocándole graves perjuicios económicos. Bankinter sostiene que las operaciones de Lobato no le son imputables, pues realizó los controles pertinentes para evitar los desfalco. La entidad incidió en la auditoría interna realizada, que analiza lo ocurrido entre 2009 y 2013 (los afectados sitúan el comienzo de las irregularidades en torno a 2004). El próximo juicio por el caso "Bankinter" tendrá lugar el 25 de mayo, a las 9.30 horas.