Gobernar sin ningún tipo de oposición podría parecer sencillo pero según José Manuel Abeledo, alcalde "absoluto" de Onís por el PSOE, no lo es. "La responsabilidad crece al saber que casi todos los vecinos han depositado su confianza en ti y a la vez éstos te exigen mucho más; te llaman por teléfono o incluso te van a buscar a casa para que los ayudes", apunta.
Abeledo lleva en el cargo desde 2001, cuando José Antonio González renunció por problemas de salud. Ese mismo año consiguió seis de los siete concejales en las elecciones y justo hace casi un año que revalidó el mandato haciendo pleno. El regidor reconoce que este "ha sido un año intenso" en el que ha conseguido "encaminar grandes proyectos", como el de la depuradora de Benia, cuya obra, valorada en más de un millón de euros, comenzará este verano para dar solución a los problemas medioambientales de la capital de Onís.
Otro de los motivos de orgullo de este técnico de servicios sociales es la consecución de un acceso rodado desde Soñín a la vega de Las Mantegas, en el parque nacional de los Picos de Europa. "La gente no creía en el proyecto que llevamos reclamando desde hace años pero gracias a la insistencia los que mandan en el parque nos dieron la razón y los ganaderos ya no tendrán que dar un rodeo por Covadonga", dijo. La concentración parcelaria en Sirviella, Talaveru, Benia y Villar es otro de los logros de los que más orgulloso se siente. Vaticina que para 2018 los accesos rodados a las fincas ya estarán hechos y las parcelas entregadas. Aunque "van más lento de lo deseado" Abeledo no renuncia a proyectos como el de construir la primera central térmica de biomasa de Asturias en el concejo . "Está estancado porque Hunosa, encargada de echar a andar la red de calor, está a la espera de que salgan las subvenciones europeas . El nuevo caballo de batalla del Alcalde es ahora la construcción de una residencia para mayores en Tullidi porque el 35% de la población tiene más de 65 años y no se quieren ir de aquí". La pérdida de población es precisamente uno de los problemas que más preocupan a la Corporación socialista, junto con los ataques del lobo en un concejo que vive de la ganadería y el turismo.
El regidor, que defiende que el hospital de Arriondas debe ser "la seña de identidad de la comarca" lleva por bandera la transparencia y no se aferra al cargo. "En política hay que estar lo justo, saber entrar y salir. Los cargos deben estar limitados porque el cuerpo cansa, la mente se agota y las neuronas se queman; es necesaria savia nueva", matizó. Confiesa que la situación nacional de desgobierno y la de prórroga presupuestaria del Principado le afecta "como a todos" pero seguirá haciendo malabares con las cuentas "para ofrecer los mejores servicios a los vecinos".
