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Personajes de Cangas de Onís

"Marchena", entre peines y tijeras

Carlos Manuel Durán Cavielles lleva más de siete lustros dedicado a la peluquería de caballeros en la ciudad canguesa

"Marchena", entre peines y tijeras

"¿Cómo voy a tener aficiones si a los 16 años ya andaba con la moza y a los 18 me casé con ella?". Palabras de Carlos Manuel Durán Cavielles, más conocido popularmente como "Marchena", que tiene 52 años de edad y reside desde que contaba con tal sólo dos años en la ciudad de Cangas de Onís, donde ejerce de peluquero, profesión en la que lleva más de siete lustros, desde 1980. Nació accidentalmente en Vega de Poja (Siero), pues su progenitor, Manuel Durán Marchena, prestaba servicios en aquellos principios de la década de los sesenta en la Peluquería Ángel, en Pola de Siero.

Carlos Durán Cavielles, que estudió la Primaria en las Escuelas Públicas Vázquez de Mella, en la capital canguesa, se inició en el gremio de los peluqueros a los 16 años, -"a pelo", recuerda-, ya que vivía en la parte trasera del negocio que fundó el 3 de marzo de 1966, fecha coincidente con la popular feria de ganados de ese mes en el Castañéu de Corao (Cangas de Onís), hace justo medio siglo, el patriarca de la familia en la calle Ángel Tárano. "Residíamos detrás de la peluquería y para salir a la calle había que pasar por ella", explica, Tanto cotidiano trasiego acabó por convencerle de que aquella actividad acabaría siendo su modo de vida.

"Cuando empecé en la peluquería tenía que colocar una silla detrás del lavacabezas, porque no alcanzaba", matiza Carlos sobre sus pinitos en ese sector. Además de su padre, también se dedicó a esos mismos menesteres el primogénito de la familia Durán Cavielles, Marco Antonio, que a los 13 años ya ganó una copa en el prestigioso certamen "Peine de Oro", en la localidad de El Entrego, al peluquero más joven de Asturias. En la actualidad, Marco Antonio, que cuenta 56 años, ejercita esa misma profesión en su propia peluquería de caballeros, en Oviedo, ciudad en la que reside desde que contrajo matrimonio. "Yo nunca fui de participar en certámenes ni concursos", explica Carlos.

El devenir de Carlos Manuel Durán en el sector lo acabaría marcando el mismo momento en el que su hermano Marco Antonio debe incorporarse al servicio militar, destinado a Las Palmas de Gran Canaria. Era el año 1980 y uno de los dos sillones de la peluquería quedaba libre, por lo que no le quedó más remedio que ir haciéndose a él: primero lavando cabezas y, de seguido, cortando el pelo "con navaja de barbería, la barbera de verdad", asevera. Eso sí, a los 16 conoció a una chica en la discoteca Dóver, en Ribadesella, por mediación de sus amigos José Olmo y Toni "Adelmo" Fernández, con los que solía ir de "marcha" a la villa riosellana en un Renault-4L, conducido por el último.

Raquel Martínez Cueto, de El Carmen, y Carlos, tras dos años de noviazgo, se casaron el 16 de julio de 1982, en la riosellana iglesia de El Carmen, el mismo día de la final del Mundial de España. Tienen dos hijos varones: Carlinos (33 años), que también sigue los pasos de su padre en la peluquería, en la que se inició a los 18 años, pese a que en un primer momento su vocación era la de carpintero -se formó en el Centro de Formación Profesional "El Prial", en Infiesto y durante unos meses trabajó en la carpintería de "Yayo"-; y Alejandro (22 años), al que te atrae el mundillo del turismo activo y dentro de poco se incorporará a un nuevo trabajo de ese sector turístico en Cuenca.

Atrás quedan los años en los que el patriarca Manuel Durán Marchena, oriundo del pueblo sevillano de Dos Hermanas, arribó a La Felguera atraído por un anuncio en LA NUEVA ESPAÑA en el que requerían un oficial para la Peluquería "Paulino". Fue precisamente en esa localidad asturiana en la que conoció a la que hoy en día es su esposa, María Cavielles Torres, con la que se casó. Era hermana del dueño de la peluquería que le había contratado a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado.

Más adelante, en el año 1966, tras una breve estancia en Vega de Poja, en el concejo de Siero, terminaron asentándose en Cangas de Onís, donde abrieron la Peluquería Marchena.

Hace unos meses Carlos Manuel y su hijo Carlinos tomaron la decisión de cambiar la ubicación del negocio, pues el anterior local les impedía crecer e incorporar otras novedades dentro del mismo gremio de la peluquería. Por ello, inauguraron un nuevo establecimiento en la calle Ramón Prada Vicente, a escasos metros del anterior.

"Mi hijo está muy centrado en la peluquería. Suele hacer muchos cursos especializados, la mayoría de ellos en La Coruña, en una prestigiosa academia. De hecho, hemos cambiado de local para poder crecer y ofrecer más servicios a nuestros clientes", aseguró Carlos Manuel "Marchena".

Trabajador nato -los lunes son su jornada sagrada de descanso semanal, ya que los domingos suele abrir su negocio por ser día del mercado, la tradicional "plaza", en la ciudad canguesa-, a Carlos Manuel apenas se le conocen aficiones.

Sin embargo no escatima esfuerzos para meterse entre fogones, en la cocina de su casa, y elaborar algo de repostería -tartas, bizcochos...- con los que agasajar a los invitados que suelen acercarse a compartir almuerzos o cenas familiares. Además, otro de sus escasos y conocidos entretenimientos es atender un pequeño huerto donde suele sembrar patatas y hortalizas. "Me gusta leer, sobre todo libros de historia y también de aventura", sentencia el peluquero cangués.

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