La plazoleta de Aballe, en el concejo de Parres, permanece cortada desde esta tarde al tráfico después de que se derrumbara la gran figar (higuera) que presidía el lugar, sin ocasionar daños personales. El tendido telefónico resultó dañado como consecuencia del derrumbe del árbol, que también afectó a las vallas de protección de un hórreo en ruinas cercano.

Los vecinos ya habían avisado el martes al Ayuntamiento de Parres de que la figar, con más de medio siglo de vida, se estaba entornando peligrosamente. Los operarios municipales expresaron entonces su intención de buscar al dueño para que tomara medidas. Agentes de la Policía Local visitaron la zona afectada y se comprometieron a retirar el árbol mañana, viernes.

"La figar era un punto de encuentro y daba mucha sombra" explicaron vecinos como Luisa Fernández, presidenta de la asociación Collacios de Aballe. El vecino Luis González pasó segundos antes del derrumbe frente al árbol. "No me cogió por los pelos. Casi la vi caer. El estruendo fue impresionante. Menos mal que no hubo una desgracia mayor, porque por aquí pasa a diario muchísima gente", contó.