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Ribadesella reivindica su maíz

La Asociación de Vecinos de la Zona Rural participará en el concurso de boronas para defender el uso de las variedades del cereal local

Miguel Ángel Somoano sujeta una riestra de maíz en su finca de Sardéu. P. M.

En Ribadesella no aceptan imitaciones y menos modificadas genéticamente. Al menos con el maíz, la materia prima fundamental a la hora de elaborar las boronas que este domingo, día 15, competirán en el primer festival de este producto tan típico, organizado por el Ayuntamiento riosellano.

De hacer valer el cereal local se encargará la Asociación de Vecinos de la Zona Rural, que expondrá las variedades que se cosechan en el municipio. Ángel Somoano forma parte de la directiva de la asociación, cultiva maíz en su finca de Sardéu y defiende las ventajas de consumir producto local frente a otros: "Estás creando riqueza en el municipio, no para una gran multinacional norteamericana como pueda ser Monsanto. Y a parte que sabemos que comemos con calidad y sano, pero no qué puede pasar el día de mañana con estas semillas modificadas genéticamente".

La asociación se puso en contacto con el Ayuntamiento "al conocer la noticia por los medios de que se iba a hacer el primer concurso de 'boyes'". Les ofrecieron aportar "desde la zona rural, donde realmente está la semilla en cuestión, las variedades que todavía se cultivan". Estas variedades son "lo blanco, lo amarillo y lo morado, que es muy antiguo, del primer maíz que entró en Asturias". Somoano lamenta que cada vez se cultiva menos, pero destaca que el maíz es algo que "todavía no hay que mirar en el recuerdo". El objetivo de la asociación, que contará con un expositor dentro del festival, es "que la gente conozca lo auténtico". Existen muchas variedades para hacer tortas y boyas y sin embargo no son aptas para el consumo humano, "todo lo contrario", aclara Somoano.

Al colectivo de vecinos de la zona rural riosellana les interesa "fomentar estos productos de kilómetro cero, como siempre se hizo a través de los mercados semanales". Anima, en este sentido, a que los restauradores locales consuman huevos, carne o un grano para hacer torta de sus vecinos productores. Somoano aclara, por último, que en Ribadesella se llama "borona" a la masa de maíz sin más, propia de cuando no había con qué rellenarla, y la "boya", que se puede rellenar con gochu, cabritu o ternera.

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