Las excavaciones arqueológicas del yacimiento piloñés de Argandenes se retomarán en septiembre, tras cinco años paradas por falta de financiación. Así lo confirmó ayer a LA NUEVA ESPAÑA el arqueólogo encargado de coordinar la investigación, Rogelio Estrada. La partida de 7.000 euros que el equipo de gobierno socialista ha habilitado en el presupuesto de este año ha sido fundamental para sacar adelante una investigación que, según Estrada "aportará información excepcional sobre uno de los periodos poco conocidos de la historia de Asturias".

El yacimiento fue descubierto de forma casual a finales de 2010 durante las obras de construcción de un depósito de agua en Argandenes. Los hallazgos encontrados durante la campaña realizada por voluntarios entre noviembre de ese año y febrero de 2011 revelaron que se trataba de un panteón con restos materiales que las pruebas de carbono 14 datan entre el último cuarto del siglo V y mediados de siglo VII . Esos dos siglos y medio coinciden en el tiempo con el final del imperio romano y un momento ligeramente anterior a la formación del reino de Asturias.

En aquella primera y única campaña (financiada con 2.500 euros que aportó la Consejería de Cultura) aparecieron una veintena de cuerpos con restos metálicos asociados a ajuares fúnebre. "También se encontró otra tumba aislada próxima al panteón y dos adosadas que no se llegaron a excavar", explicó Estrada.

La nueva campaña de investigación, que se prolongará al menos durante todo el mes de septiembre, busca dos cosas: conocer si el cementerio está ubicado dentro de la villa romana o por el contrario se trata de un panteón aislado y localizar el hábitat que generó ese cementerio. "Realizaremos varios sondeos en las proximidades porque se trata de material efímero como madera que deja huella efímera en el subsuelo. La investigación proporcionará datos de sus hábitos de consumo y dieta, cómo era la vida diaria y su economía de subsistencia", apuntó el arqueólogo.