Pablo Arias Cabal es catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria y esta tarde (20.00 horas) impartirá en el monasterio de Villanueva de Cangas la conferencia "Los sepulcros monumentales del valle del Sella".
-¿Cuántos son, dónde están y en qué contexto nacen estos sepulcros?
-Se enmarcan dentro del "megalitismo", un fenómeno arqueológico que se inicia en torno al año 4.500 antes de Cristo y corresponde a prácticas funerarias de los primeros grupos de campesinos que viven en la región. Son construcciones monumentales hechas con grandes piedras, de ahí su nombre, concebidas como sepulturas colectivas. Está muy extendido en la fachada atlántica europea y en el Mediterráneo occidental y la zona del Oriente es muy rica en este tipo de monumentos, hay en torno a doscientos entre la zona de Llanes, Picos de Europa y menos en el interior, en Cabrales y Cangas. En cuanto al valle del Sella, existe un conjunto muy llamativo en el que destacan tres grandes monumentos. El dolmen de Santa Cruz en Cangas de Onís, el de Abamia en Corao, y otro en Amieva, junto a la iglesia de Mián.
-El de Santa Cruz se puede visitar pero, ¿qué pasa con los otros dos?
-Sí, el de Cangas es muy importante. Por un lado es de los mayores que hay y por otro algunas de las lajas están pintadas y grabadas con motivos geométricos que posiblemente representen la vestimenta de una figura humana. En Abamia excavó Roberto Frasinelli, el conocido como "El alemán de Corao", recuperó una laja y la vendió al Museo Arqueológico Nacional, donde continúa.
-¿Cómo vivían los pobladores del valle del Sella que levantaron estos monumentos funerarios?
-Eran grupos neolíticos, de campesinos que vivían de la agricultura. Sobre todo plantaban cereales y leguminosas, trigo y cebada, que es lo que más aparece. Tenían, además, animales domésticos como ovejas, cabras, vacas y cerdos. Eran grupos relativamente sedentarios, asentados en esta zona del valle del Sella y construyen estas tumbas colectivas de un grupo social o familiar, una etnia o una tribu.
-¿Sería interesante organizar en la comarca un circuito cultural alrededor del Neolítico al igual que hay con el Paleolítico y las cuevas con arte rupestre?
-Sería importante hacerlo en todo el Oriente, claro. Hubo una iniciativa de este tipo hace tiempo, cuando se mejoró el acceso a Peña Tú y se construyó el aula didáctica del ídolo, porque la sierra plana de la Borbolla, en Llanes, tiene la mayor necrópolis megalítica de todo el norte de España. Es muy fácil hacer una ruta ahí. Estos monumentos no son espectaculares, pero es un entorno muy bonito y se podría hacer un recorrido por los dólmenes. Creo que es un recurso que no está suficientemente explotado en el oriente de Asturias. Tiene además una ventaja con respecto a las cuevas con arte rupestre, que salvo el de Santa Cruz, los demás no tienen límites de número de visitantes y puedes hacer un recorrido a pie o en algún tipo de vehículo por estos monumentos.
-¿Qué itinerario diseñaría si fuera usted el guía?
-Se podrían visitar una serie de lugares megalíticos. El de mayor atractivo por la concentración y facilidad de acceso es la necrópolis megalítica de la sierra plana de la Borbolla, pero se podría complementar con una visita a Abamia, donde no queda dolmen pero sí un pequeño resto del sitio donde estaba y también se puede visitar la iglesia, del Románico tardío.
-¿Cree que, en general, el Neolítico es una época desatendida en Asturias?
-En Asturias no se le ha prestado mucha atención. La Prehistoria se ha centrado sobre todo en el Paleolítico y por otra parte en los castros, sobre todo en la parte del valle del Navia. No hay muchas iniciativas que hayan intentado poner en valor el Neolítico y el único caso reseñable está en Monteareo, en el concejo de Carreño, donde pusieron en marcha la musealización de un conjunto de dolmen muy interesante que se excavó hace años. El aula que hizo el Ayuntamiento de Llanes en Peña Tú está cerrada por falta de medios. Lo que ha pasado en Asturias con este tipo de infraestructuras, que hay una en cada pueblo, hubo mucho dinero para montarlas no ha habido para mantenerlas. Ahora están cerradas y cayéndose. Es una pena que después de haber invertido mucho dinero no se puedan usar.
-¿En qué yacimientos de la comarca del Oriente trabaja en la actualidad?
-Estuvimos excavando en L'Alloru, en la localidad llanisca de Balmori (Valmori), y es posible que volvamos. Hay una ocupación mesolítica, de los últimos cazadores, un asentamiento donde han aparecido restos como conchas marinas y picos asturienses. Pertenece a la cultura asturienses, muy característica del Oriente.
