Un frente común ante el acotamiento de los pastos tras un incendio, una barrera que comienza en Piloña y atraviesa el Sueve hasta Colunga y Caravia. Los alcaldes de los tres concejos (Iván Allende y Rogelio Pando, del PSOE, y Salomé Samartino, del PP, respectivamente) y el presidente de la Junta de Cofiño (el ente que administra el puerto del Sueve), Fernando Lozano, se entrevistaron el lunes con responsables de la Consejería de Agroganadería y Recursos Naturales para abordar esta medida, establecida en principio para asegurar la regeneración del pasto.

En total hay unas doscientas hectáreas afectadas por estos acotamientos en el Sueve, la mayoría en Parres, según explica el presidente de la Junta, Fernando Lozano, que abogó por trabajar de forma conjunta con la administración en la elaboración de un plan de regeneración de pastos. "Por ley los montes quedan acotados y no dejan entrar a los ganaderos como mínimo en un año revisable tras un incendio; si se te escapa el ganado las multas son abusivas, pero los gamos y los turistas con bicicletas sí pueden campar a sus anchas por allí. Somos los primeros interesados en cuidar nuestros montes", asegura Lozano, que hoy mantendrá un encuentro con el alcalde de Parres, el socialista Emilio Longo, para tratar el tema.

Propuesta a la UE

Por su parte, el Ayuntamiento de Piloña aprobará mañana una moción propuesta de forma conjunta por todas las agrupaciones políticas con representación en la corporación municipal (PSOE, PP, VIP) en contra de los acotamientos, al entender que favorecen la proliferación del matorral. Los partidos piloñeses se comprometen a elevar una propuesta a los gobiernos regional y central y a la UE para acabar con las restricciones al pastoreo por los incendios.

La alcaldesa de Caravia, la popular Salomé Samartino, mantuvo una reunión por separado del resto de regidores (que se entrevistaron junto a Lozano) y pide que no se criminalice al sector de los ganaderos responsabilizándolos de las quemas. El equipo de gobierno que lidera alegará contra el acotamiento establecido en la zona de La Forquita para casi 34 hectáreas, importantes para los ganaderos a la hora de solicitar las subvenciones a la actividad. Los responsables regionales subrayaron ante Samartino los límites de la ley y la regidora pidió flexibilidad y comprensión con el sector, pues no es lo mismo un acotamiento del máximo de cinco años que establece la legislación que el mínimo de uno.