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Personajes de Cangas de Onís

María Gelchie, en la Gran Manzana

Oriunda de Ñeda, presidió durante tres lustros el Centro Asturiano de Nueva York, adonde consiguió que llegara la sidra

María Gelchie, en Cangas de Onís. J. M. CARBAJAL

Nació en la localidad canguesa de Ñeda (Nieda) y a los 17 años puso rumbo a Nueva York, animada por Josefa, una tía de su padre, quien residía en la cosmopolita ciudad norteamericana. María Gelchie, que, como es costumbre en los Estados Unidos de América, lleva el apellido de su marido Kenneth, cuenta 74 años de edad y durante tres lustros (1997-2012) presidió el Centro Asturiano de Nueva York, todo un pequeño reducto de la tierrina en la ciudad de los rascacielos, intentando promocionar la cultura asturiana y, por ende, española en el país más poderoso del mundo, pero de manera especial en lares neoyorquinos.

Primogénita del matrimonio formado por Amador Valle Blanco, éste de Ñeda, y Belarmina Sánchez Cueto, del Celoriu de Cangas de Onís, ambos ya fallecidos, María Gelchie tiene otro hermano, Amador Valle Sánchez, quien también apostó en su momento por emigrar, en su caso a Panamá.

"A mí no me gustaba el campo y a mi hermano tan sólo un poquitín. Papá, no quería que nos metiéramos al campo", señala María Josefa Valle Sánchez, nombre completo de soltera esa canguesa que acabó echando raíces al otro lado del Atlántico.

Cursos estudios Primarios en la Escuela de Ñeda, hasta los 14 años, y después continuó en la Escuela de Corao Castiellu, con Milagros Arbesú, la que más tarde sería directora de la Escuela Vázquez de Mella y autora de varios libros de texto, de profesora. Entre tanto, tuvo tiempo para asistir a clases de inglés, en Corao, impartidas en aquella época por Juan Noriega, ya fallecido, quien más tarde se casaría, precisamente, con Milagros Arbesú y que acabaría siendo inspector de Educación y autor de varias novelas de éxito, entre las que destaca la titulada "La Noche celta".

Eran aquellos tiempos duros, también para los más pequeños, pues se veían obligados a realizar el recorrido de Ñeda a El Pozu los Llobos, en compañía de su hermano Amador, andando por una angosta caleya para ir hasta Corao a recibir las clases. Carecían de carretera.

"Nueva York no me asustó nada", asevera María de sus primeros recuerdos en la ciudad estadounidense. Nada más llegar a la gran urbe norteamericana lo primero que hizo fue matricularse en una academia para aprender el idioma inglés.

Con dieciocho años encontró empleo, de camarera, en un restaurante neoyorkino, donde se encargó de atender a la clientela desde detrás de la barra. En ese cometido trabajó durante un lustro. Sin embargo, el destino propició que en ese intervalo de tiempo conociera al que acabaría siendo su marido, Kenneth Gelchie, con quien se casó el día 16 de junio de 1962. Dentro de nada cumplirán 54 años de feliz vida en común.

Corría el año 1995 cuando un grupo de asturianos, convocados por el sacerdote Celso González -estaba al frente de una parroquia en Nueva York-, entre los que estaban, además del matrimonio Gelchie, Marcos Intriago, el periodista Diego Carcedo (natural de Corao Castiellu) y el empresario Pepe Cosmen, que conllevó el almuerzo de una fabada, sirvió para poner en marcha lo que desembocó en la fundación del Centro Asturiano de la urbe neoyorquina, cuyo primer presidente fue Manuel Castaño y la primera sede social el Mesón Asturias, situado en Elmhurst, en la zona de Queens.

Dos años después, en 1997, María Gelchie asumió la presidencia del Centro Asturiano. Estuvo tres lustros al frente del mismo, hasta 2012. A lo largo de ese mandato promovió una nueva sede, inaugurada el 11 de septiembre de 2010, en el edificio del Centro Español, en Astoria (Queens), evento que contó con la presencia de Manuel Fernández de la Cera, presidente del Consejo de Comunidades Asturianas.

Aún más: el de Nueva York, junto a los de Miami y Tampa, representan la colonia asturiana en los Estados Unidos de Norteamérica. En la actualidad, el Centro Asturiano de Nueva York aglutina a alrededor de 200 familias con vínculos asturianos. A lo largo del año llevan a cabo infinidad de actividades, resaltando el Día de la Santina, en septiembre, donde no falta la fabada ni el arroz con leche.

Tampoco falta en las celebraciones la sidra, ya que María Gelchie fue precursora, tras infinidad de trámites burocráticos, a la hora de que la bebida por excelencia arribara a la Gran Manzana. "Creo que sería en 2008 o 2009 cuando la sidra Fanjul, de Tiñana, llegó al Centro Asturiano de Nueva York", explica la canguesa.

María Gelchie nunca perdió su vinculación con Ñeda, sino todo lo contrario. Cada 22 de septiembre era puntual a ese núcleo rural, siempre que podía, para celebrar el cumpleaños de su madre Belarmina -fallecida en 2014-, pues el 26 de ese mismo mes tienen lugar las fiestas de San Cosme y San Damián.

Desde siempre supo transmitir ese sentimiento de asturianía a sus dos hijos: David -este lleva la empresa de instalaciones eléctricas, tras coger el testigo de su padre- y Scott, de 50 y 44 años, respectivamente, así como a sus nueras y tres nietas -una de ellas, Christina, 12 años, fan del New York City, en el que milita el asturiano Villa, del que tiene camiseta autografiada-.

María Gelchie, quien está pasando unos meses en la ciudad canguesa junto a su esposo, no tiene previsto retornar definitivamente a Asturias. "Será fácil que nunca, aunque lo ideal sería seis meses aquí y otros seis meses allá", señala, ya que toda la familia está en Estados Unidos.

Incluso ve con otros ojos el modo de vida español: "aquí trabajas poco y te relajas mucho; allá, es al revés, trabajas mucho y te relajas poco", dice con una sonrisa. Atrás quedan vivencias como el triste atentado terrorista de las Torres Gemelas. "Mi hijo David tenía un trabajo aquella fecha, en uno de los edificios atacados, pero, justo el día anterior, lo aplazaron y no tuvo que acudir a la cita", puntualiza.

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