La temporada de pastos en la montaña de Covadonga se abrió ayer a la reciella (ganado menor) pero la mayoría de los ganaderos prefirió aguardar unos días más. Los ataques del lobo y un pasto atrasado son los principales motivos que alegan los ganaderos para atrasar la subida a las majadas. Ayer subió el 10 por ciento del ganado previsto, que en el caso de Cangas de Onís ascenderá a 578 ovejas, 274 cabras y algunos cerdos. Los ganaderos de Onís prevén subir unas 655 ovejas y 475 cabras, que se sumarán a las reses que tienen permiso para pastar desde el pasado abril, informa C. C. En la imagen, un rebaño camino del puertu, ayer.