No es un concurso ni se compite más que por la sonrisa del espectador, pero el salón del títere de Colunga "Saltiricol" de este año tiene un nombre propio, "Patatín, patatán". Así se bautizó el grupo surgido a raíz del taller municipal de títeres, que ayer debutó en la sala Loreto con una adaptación de la pieza "El sueño de una marioneta".
Fue tan bonita la función y reflejó tanto trabajo que entre el público se escapó alguna lagrimilla con la historia de la marioneta que había sido cometa en una vida anterior y a la que sus compañeros de baúl ayudaban a recuperar esta condición. Los integrantes de la joven compañía dieron vida a esta historia tanto con su voz y su gesto como con los títeres que ellos mismos construyeron, al igual que hicieron con la escenografía.
Princesas, magos y dragones se subieron al escenario de la sala colunguesa para embaucar al público con una historia de sueños que se hacen realidad. Antes se memorizaron un texto considerable y con la intervención de los 23 integrantes de la compañía, para lo que Mar Lombardo, de "Mar Rojo Producciones", la monitora del taller, les ayudó a realizar "una nueva dramaturgia" dentro de la que se inventaron personajes.
Lombardo siguió la función detrás de la escenografía y prestó una tierna ayuda como apuntadora a aquellos intérpretes que necesitaron una palabra para continuar con su texto.
La magia del teatro continúa hoy y mañana en Colunga. Esta tarde la compañía búlgara afincada en Asturias "Teatro Plus" pondrá en escena "Ratoncito Pérez", a las 18.00 horas, también en la sala Loreto.
En esta misma ubicación se clausurará mañana domingo el salón del títere, también a las 18.00 horas, con la compañía gijonesa "La tejedora de sueños", que pondrá en escena el espectáculo "Choff!!".
