Abrir la escuela para bebés de Colombres. Es el objetivo que se ha marcado la vecina de la localidad ribadevense de Pimiango Itziar Güemes Careaga. Para ello ayer inició una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org. La construcción de la escuela para niños de hasta 3 años concluyó en 2011. Los políticos autonómicos y locales prometieron entonces que el centro abriría sus puertas en septiembre de ese mismo año.

Situada junto a las instalaciones del Colegio Público de Colombres, el edificio, con capacidad para 38 niños, permanece cerrado y rodeado de maleza. Su construcción, a cargo del plan A, costó 300.000 euros. Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con el alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás, para conocer su versión.

Itziar Güemes y su pareja se ven obligados a llevar a su hijo todos los días hasta una guardería privada en Torrelavega. El año que viene, la opción más cercana para matricular a su hijo en una escuela pública era la de Pesués, en Cantabria, pero tampoco podrán llevar allí a su pequeño por la escasez de plazas (tienen preferencia los nacidos en Cantabria).

Ante esta situación han tenido que matricularlo en un centro público de San Vicente de la Barquera, a 14 kilómetros de distancia. En 2015 se puso Itziar por primera vez en contacto con el Ayuntamiento para conocer la razón por la que la escuela permanece cerrada. El PSOE, en su último programa electoral, hablaba de la apertura de este espacio como una de sus prioridades. Vía correo electrónico, se ha puesto también en contacto con la Consejería de Educación. La respuesta fue que el centro no se abre porque el Consistorio comunicó a la Consejería que no hay demanda. "Conozco a otras dos familias del concejo en mi misma situación. Solo pido que se ponga en marcha una escuela, que ya está construida y pagada. Soy consciente de que el año que viene tampoco va a abrir y mi hijo no la va a utilizar, pues en el curso 2017-2018 empezará en el colegio de Colombres, pero es de justicia social que se ponga en marcha. Además se crearían puestos de trabajo directos e indirectos", añadió. El Principado paga los gastos de personal docente, catering, teléfono, farmacia y vestuario del personal, de lo que se descuenta las cuotas que pagan los familiares de los niños. Los ayuntamientos asumen los gastos de mantenimiento, energía y calefacción y limpieza.