La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies (CEA) ha denunciado ante los Ayuntamientos de Llanes, Ribadesella y Ribadedeva los "graves hechos" protagonizados por la empresa que se encarga del mantenimiento de la autovía A-8 desde Ribadesella hasta el límite con Cantabria, que roció hace días las orillas de esta carretera con herbicidas, con una base de glifosato al 37 por ciento en abril, sin las correspondientes autorizaciones municipales que exige la ley.

Los ayuntamientos, al desconocer que se iba a fumigar, no pudieron avisar a los propietarios colindantes de la autovía del riesgo que supone para la actividad agroganadera el uso de glifosato. La ley previene de su uso en las carreteras por riesgo de contaminación de aguas superficiales y subterráneas. Así, solo podrían haberse usado los herbicidas "en aquellos casos o tramos en que no sea viable la utilización de medios mecánicos u otros alternativos" y únicamente "en épocas en que sea menos probable que se produzcan lluvias", según la ley. La CEA considera lo ocurrido "una grave irresponsabilidad", al haberse puesto en riesgo la salud de la fauna y vegetación próxima, de los ecosistemas acuáticos, en una zona donde hubiera sido "muy fácil el uso de medios mecánicos".