Las fiestas de San Antoniu tienen un gran pasado y un potencial futuro si los vecinos arriman el hombro. Fue la conclusión a la que llegaron los participantes en el coloquio celebrado en la Casa de Cultura sobre la celebración, que organiza la Sociedad de Festejos de Cangas de Onís (SFC).

La tesorera del colectivo, Laura Otero, realzó la figura de los socios, 959 adultos y 250 niños, y animó a los vecinos a renovar la cuota para superar la barrera de 1500 miembros. "Cangas de Onís se merecía unas fiestas con esencia y por eso un grupo de amigos cogió el relevo tras varios años sin comisión. Cambiamos por problemas burocráticos el anterior nombre, SOFESA, lo que generó algo de confusión entre los mayores, pero siempre hubo buena disposición por parte de todo el mundo para colaborar en la medida de sus posibilidades", dijo. En la charla, moderada por el director de la Casa de Cultura, Antonio de Luis Solar, participaron Marga Cimentada y Julio Mollera, excomponentes de la comisión , así como el exalcalde y pregonero de este año, Alfredo García, y el presidente de Incatur, Toño Sánchez. Este último agradeció a la SFC su trabajo, que supone "un aliciente para los hosteleros, pues antes la celebración era más familiar, pero ahora hay costumbre de comer fuera y se anima el consumo". Todos coincidieron en señalar que el momento más emocionante es cuando la procesión llega de vuelta al robledal y, en menor medida, la noche de la "Joguera". Los participantes rechazaron "por tradición" cambiar la fecha de esta última celebración, en la medianoche del día 12. En cuanto a posibles cambios se planteó la posibilidad de buscar otra ubicación para los fuegos artificiales del día de la Jira, para no poner en peligro la estructura del puente "romano". Mollera tuvo palabras de recuerdo para un impulsor de la fiesta, José Manuel Cuenco.