Los lastrinos están hartos de que algunos de sus vecinos no recojan los excrementos que sus perros hacen cuando los sacan a pasear. Al menos así lo ha denunciado la asociación de vecinos, que reclama civismo a estas personas para salir provistos de lo necesario de forma que en la acera no quede el "recado" para el que venga detrás.

Hay zonas especialmente conflictivas, como el paseo desde el comienzo de la calle San Antonio hasta el barrio de Corea. Los propietarios del restaurante Marbella, sin ir más lejos, tienen que salir con caldero y lo necesario para quitar los excrementos unas tres veces por semana. Esta es una zona por la que pasea mucha gente mayor y más de uno tiene que andar esquivando las cacas de quienes no han cumplido con su deber.

Este no es un comportamiento generalizado, pero con que pocos vecinos lo hagan es suficiente para que las calles de la villa marinera parezcan un campo de minas. Además de por excrementos caninos, la entrada de Lastres está asediada por la maleza, que crece en la fachada marítima del pueblo e impide disfrutar de las espléndidas vistas. Los vecinos han solicitado por escrito al Ayuntamiento que limpie y pida a los propietarios que hagan lo mismo. Ahora irán un paso más allá e iniciarán una recogida de firmas para que bien con requerimientos o por medio de expropiaciones esta zona no se convierta en un "bosque" y en un basurero. El presidente del colectivo, José Ángel Moro, alerta además del "peligro" que supone que los árboles estén creciendo en esa zona de forma incontrolada, pues si cayeran podrían dañar a conductores y viandantes.

Por otra parte, la asociación ya baraja una fecha, el 18 de junio, para realizar la sextaferia con la que limpiarán el camino que sale desde la playa de El Astilleru a la carretera general, la AS-257. Se trata de un paso empleado antiguamente por los lastrinos para ir a Colunga y que ampliará el recorrido que en la actualidad tienen las personas que caminan o corren por la zona. Deberá ser, no obstante, la asociación la que publicite la fecha definitiva de la sextaferia, para la que ya hay un grupo de trabajo confirmado.