"Una situación insostenible". Así califican los marineros de la Cofradía de Pescadores "Santa Ana" de Llanes el estado actual del puerto pesquero, convertido casi en una playa más del municipio, debido a la falta de dragado. El enfado entre la marinería es tal que, incluso, baraja como medida de presión para que sus demandas sean escuchadas, dejar de pagar temporalmente la denominada "Tarifa G 4", por la cual deben entregar mensualmente a Puestos un dos por ciento del porcentaje de las ventas en la rula. En 2015 la cofradía llanisca facturó 1,6 millones de euros, merced a los 369.000 kilos de pescado rulados. Los pescadores reclaman de manera urgente una limpieza del canal de entrada con la draga "La Nalona", propiedad del Principado, y de la zona de amarre desde tierra, con una pala. En lo que va de año han solicitado el dragado a Puertos de manera oficial dos veces, sin recibir hasta la fecha contestación alguna.

"Los barcos grandes tocan por todos los sitios en marea baja", asegura el armador del Reviru y vocal de la Cofradía de Pescadores de Llanes, Manuel Herrero. El deficiente cuidado de las instalaciones portuarias hace que los barcos deban esperar hasta tres horas para poder amarrar en el puerto. Entrar en marea baja es un riesgo para los barcos de mayor calado que nadie quiere correr. "El material acumulado en la zona de amarre está muy duro y solo se puede sacar con una pala. Nos estamos metiendo en verano y no vemos solución", lamentó Herrero.

El veterano armador llanisco no duda en asegurar que lo que está ocurriendo en el puerto llanisco es "vergonzoso". "Hay en Asturias dos dragas públicas y están trabajando para astilleros privados, mientras la mayoría de los puertos de la región están en una situación de abandono. Cuando vengan deberían trabajar con dos tripulaciones, para que quede en condiciones", señaló.

Herrero alerta sobre las consecuencias de la falta de dragado. "Esperemos que no haya problemas en ninguno de los barcos, pues la lancha de salvamento marítimo, en marea baja, tampoco puede salir del puerto", dice.

El vicepresidente de la cofradía llanisca y patrón del "Virgen de Guía", José del Rosal, sostiene que con mareas grandes "al puerto no pueden entrar barcos grandes ni pequeños. No podemos seguir así. El de Llanes es uno de los puertos más importantes de Asturias y nos tienen abandonados", señala. Del Rosal defiende que el dragado debe acometerse de inmediato. "Vendrán en otoño cuando las mar comience a meterse y la mitad de los días no puedan trabajar. No lo podemos permitir y habrá que tomar alguna medida. En la parte interior del puerto hay muchos barcos que ya no pueden amarrar donde lo hacen habitualmente pues quedan varados con el consiguiente peligro de volcar", dice.