Los hermanos Nicolás y Gabriela Cuadriello tienen el remedio para combatir el bochorno de un verano que llega algo más caluroso de lo habitual: la piscina de Cangas de Onís. "Nuestra abuela tiene una en Prestín pero nos gusta más venir aquí porque encontramos a muchos amigos", relatan. Como ellos, decenas de personas disfrutaron ayer de las jornadas de puertas abiertas de las instalaciones canguesas, que permanecerán abiertas al público hasta el 8 de septiembre, en horario ininterrumpido de 12.00 a 20.00 horas. Fue el caso de los hermanos Sergio y Uma López, que tienen gratis la entrada durante todo el verano al ser menores de 7 años: "Nos pasamos el día en el agua porque refresca mucho. Estamos encantados".
Los escolinos de Covadonga, como Francisco Encarnación, también prefieren un verano de agua dulce "porque está más caliente que en el río y las instalaciones son más seguras". "Nos gusta echar el día jugando a las cartas, escuchando música y hablando entre amigos. Lo único que falta es un trampolín", aseguraron usuarios como Noa Minguela o Cristian Acosta.
La socorrista Vanessa Ibaseta constata que la "hora punta" del servicio es a partir de las 4 de la tarde. "En agosto hay días que se juntan más de 350 personas", cuenta. Una de las razones que lleva a jóvenes como Julia Díaz o Rebeca Mier a optar por la piscina es "la mala comunicación para ir a las playas de Ribadesella o Llanes, que requieren transbordo previo en Arriondas". En Infiesto, los operarios municipales ultiman los trabajos de mantenimiento de las piscinas de La Cueva, que abren mañana al mediodía al público.
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