Los vecinos de la localidad riosellana de Vega están "indignados" con el comportamiento de los conductores que el pasado domingo visitaron la playa del mismo nombre, una de las más frecuentadas de la comarca. También una de las más propensas a la formación de embotellamientos y atascos, pues los miles de personas que tratan de llegar al arenal tienen que hacerlo por el estrecho paso que atraviesa el pueblo.

El problema no son sólo los atascos, sino que "hasta que se forman, los coches que van a la playa entran a todo trapo, paran en doble fila y aparcan donde les da la gana", explica Carlos Jiménez Escolano, un vecino que advierte, además, de que "va a haber un accidente un día, porque la carretera de la playa hasta Barréu es por la que dan su paseo a diario las personas mayores de ambos pueblos y se juegan la vida".

Los vecinos echan en falta la presencia de las fuerzas del orden. "No están ni se les espera, porque no cogen el teléfono", apunta Jiménez Escolano, antes de describir cómo "la gente aparca en fincas privadas y empiezan las broncas y los problemas". A su juicio, el Ayuntamiento es la Administración responsable y la que debe intervenir.

Reivindica, asimismo, las obras de la variante a la playa, un paseo con pasarela y barandilla de Vega a Barréu "y dos agentes a diario en Vega, en tiempo de verano y horario de baño". Para Jiménez Escolano, Vega no es un pueblo más de la zona rural, pues "ningún otro tiene playa ni soporta la presión de mil a dos mil turistas diarios en verano sin la mínima infraestructura".