El derribo de la nave de Pacoli, en Colunga, deberá estar iniciado antes del próximo 9 de agosto, como ha informado el Ayuntamiento de Colunga al Juzgado de lo Contencioso número 5 de Oviedo a través de una resolución firmada por el secretario municipal, a la que ha tenido acceso este periódico.
El edificio fue inaugurado en abril de 2000 con todos los permisos municipales, pero está construido sobre un terreno de interés agrícola y por lo tanto imposible de urbanizar en este sentido. Así lo han considerado en sucesivas ocasiones los tribunales, la última hace dos años cuando el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) desestimó el recurso interpuesto por el Ayuntamiento y la propiedad para evitar el derribo.
La resolución del secretario municipal recoge una sucesión de hechos en los que aparece la petición, el pasado 13 de junio, que formuló el Juzgado ovetense sobre las actuaciones encaminadas a cumplir lo acordado en un auto emitido en noviembre de 2015, en el que "se requería al Ayuntamiento para que en el plazo de dos meses procediera a la demolición de la nave sita en Loja".
El derribo no se efectuó entonces, pero el equipo de gobierno local remitió al juez información sobre los pasos dados en la dirección que han ordenado los tribunales. Trasladó la adjudicación del proyecto de demolición a la empresa Dolmen Sociedad Limitada de Arquitectura y Urbanismo en 38.720 euros.
En la resolución municipal también se indica el interés por las ofertas de al menos tres empresas especializadas en demoliciones para la ejecución de los trabajos, "que deberán iniciarse antes del día 9 de agosto del presente año". Se recoge, asimismo, el apercibimiento a Muebles Pacoli S. L. para que proceda a retirar de la nave los productos en exposición y almacenaje "y cualesquiera otros propios de su uso como expositor que hayan de ser preservados de la demolición, la cual, presumiblemente, tendrá lugar a partir del mencionado día 9".
Advierte el secretario municipal de que cualquier bien que se encuentre a tal fecha en el interior del edificio será retirado, por cuenta de la propiedad, "a gestor autorizado para darle el tratamiento que corresponda en función de su naturaleza". La demolición de la nave será ejecutada por la propiedad conforme al proyecto municipal, lo que exigirá que comuniquen a los servicios técnicos municipales que participan en las mismas técnicos colegiados en materia de seguridad y salud. Para esta notificación se establece un "plazo improrrogable hasta el 20 de julio".
Con el derribo se pondrá fin a uno de los capítulos más convulsos del urbanismo colungués. Construida bajo un gobierno local del PP y con el visto bueno de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) de un gobierno regional socialista, un particular denunció la actuación por estar hecha en un suelo de interés agrícola y por tanto no urbanizable. La primera sentencia a favor del demandante y, por tanto, la primera orden de derribo tiene más de una década. El Ayuntamiento, ya con un equipo de gobierno socialista, intentó en 2004 legalizar la nave mediante un plan especial que recalificaba los terrenos. El juez ordenó la paralización de la demolición mientras se tramitaba el documento y los vecinos llegaron a manifestarse para evitar el derribo, pero los tribunales tumbaron el plan especial y ratificaron una vez tras otra la obligación de tirar la construcción. El TSJA consideró, además, que si se legalizara sería "sólo con miras al interés particular" de la empresa.
