El Descenso Internacional del Sella celebra el próximo sábado su 80.ª edición y lo hace recuperando viejas tradiciones. Un ejemplo: después de casi 50 años en desuso, se volverá a disparar el famoso cañón de Las Piraguas para marcar el inicio de la prueba deportiva que discurre entre Arriondas y Ribadesella.

El cañón, que en la actualidad se ubica en la plaza Venancio Pando de Arriondas, dejará su emplazamiento habitual para ubicarse por unas horas a pie de río, donde el equipo de guías mineros del pozo Sotón, situado en San Martín del Rey Aurelio, se encargará de dar el cañonazo al filo del mediodía. El cañón, que se construyó en el siglo XVIII, fue donado a Dionisio de la Huerta (padre de la fiesta de las Piraguas) por Juan Antonio Samaranch en 1968, cuando simbólicamente lo disparó su esposa Lily. Continuó disparándose hasta que en julio de 1974 reventó como consecuencia de un disparo realizado durante las fiestas del Carmen en Arriondas.

El Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (Codis) prepara además novedades como una suelta de palomas a cargo de un grupo de niños de la zona, con el que busca simbolizar el espíritu de la paz y la solidaridad internacional del evento. El colectivo que preside Juan Manuel Feliz ha dado vida a una mascota oficial del 80.º Descenso, diseñada por la joven piloñesa Olaya Guerrero. Otro piloñés, el acuarelista Valentín del Fresno, se encarga de firmar el cartel de este año.