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Los piloñeses, preocupados por la ruina de edificios en Infiesto

"Menos mal que no pasaba nadie", dicen los vecinos tras el desplome del tejado de un inmueble en la calle La Pedrera

Los piloñeses, preocupados por la ruina de edificios en Infiesto

"Menos mal que cayó anoche (por el domingo) y no hoy (por ayer)". Ésta era la frase más repetida ayer en el mercado de Infiesto, cuyos vecinos aún se reponen del susto tras el estruendo que generó la caída de parte del tejado del edificio número 2 de la calle de La Pedrera y que regó la carretera de cascotes. Por fortuna, no hubo heridos, pero sí se produjeron daños en una furgoneta y un coche que estaban aparcados en la principal vía de comunicación con la iglesia y el barrio de El Mesón. La calle sigue cortada y aún quedan parte de los desprendimientos, cuyo grueso retiraron los bomberos.

Pero los vecinos, aún con el susto en el cuerpo, lamentan que el episodio pueda repetirse, ya que son varios los edificios en ruina que hay en Infiesto. Margarita Vigo, de Coya, reconoce que el asunto le preocupa: "Pasas por ahí y puede caerte algo encima. Tendrían que obligar a los dueños a quitar ese peligro". "¿A quién no le parece un peligro?" el estado de algunos inmuebles, lamentaban Arturo Ángel Aladro Diego y Maruja Corte, vecinos de Santianes (Piloña) mientras cruzaban la calle la Pedrera por el paso de peatones.

José Gallardo, que disfrutaba de la noche del domingo en una terraza próxima, explicó que poco antes de las diez "se sintió un ruido grande porque se desplomó el techo, parte para dentro del propio edificio". Otra parte cayó hacia la calle, llegando incluso hasta la carretera. Por fortuna nadie pasaba en ese momento. La Pedrera suele ser más transitada en coche que por peatones, pero si el desprendimiento se hubiera producido unas horas más tarde, ayer por la mañana, el riesgo hubiera sido grande por ser día de mercado y de mayor afluencia de gente a Infiesto. "No sabíamos qué era", comentó Marta Melendi, que también fue testigo del estruendo. Destacó la rapidez con la que acudieron los bomberos.

La crítica vecinal se reiteraba ante el temor que pueda ocurrir algo similar en edificios como el anexo a la sidrería Siglo XX u otro en la calle del Quesu. Por fortuna, el de la plaza Pablo Iglesias (antigua cárcel) ya ha sido demolido. En el Ayuntamiento, conscientes de la situación, tratan de localizar al dueño del edificio de La Pedrera.

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