Alberto Fernández nació en Loza (Coaña) hace 73 años y desde entonces vive en la misma tierra. Agricultor y ganadero durante toda la vida, siempre jugó al bolo rodao y, ante el temor a su desaparición, fundó en 2004 el Club Lloza para fomentar competiciones y el relevo generacional de la modalidad.
-¿Se esperaba el premio ?
-De ninguna manera. Sabía de la labor de este colectivo y del prestigio de estos premios, pero nunca pensé que me lo darían.
-¿Cómo está el bolo rodao?
-Más recordado que nunca en cuanto a difusión e historia. La asignatura pendiente es la práctica, que es menor por la falta de relevo. Los jóvenes son ahora más de móviles y esas cosas. Estamos trabajando en colegios para tratar de cambiar la situación, pero hace falta implicación de los padres.
-Su modalidad es muy integradora.
-Las mujeres jugaban desde siempre, mientras los hombres lo hacían a otra modalidad como el pasabolo, similar al bolo celta, que requería de más físico. Es una especialidad que engancha porque unas veces toca ganar y otras perder. Los bolos unas veces caen y otras no.
-¿Cuándo surge la idea de fundar un club?
-Hubo un problema en el concejo con un niño que se le cayó una portería encima y el Ayuntamiento nos advirtió de la necesidad de asegurar la actividad. Fue entonces cuando creamos el club y nos federamos.
-También pudieron levantar una bolera.
-Así es, el apoyo del Ayuntamiento permitió crear una bolera cubierta que quedó muy guapa y en la que disputamos los principales torneos de año, que son el Campeonato de Asturias y el de Navidad. Actualmente somos unas 30 personas, nada más, pero mantenemos vivo el bolo rodao.
-¿Qué queda por hacer?
-Si nadie coge el relevo al frente del club trataremos de seguir intentando que la gente joven se sume a este deporte. Es económico, entretenido y encima tradicional. Merece la pena jugar.
-¿Es deporte o cultura?
-Deporte es desde que se hizo federado, pero antes era un simple juego que reunía a gente del pueblo, por lo que tiene carácter social y cultural.
-¿A quién dedica este premio?
-A mi mujer, fallecida en 2011 en un absurdo accidente de tráfico que me dejó destrozado. Ella también era jugadora y entusiasta de este deporte y por supuesto que se lo dedico.