Un pericote muy especial para homenajear a una figura cuya memoria sigue muy viva dentro del bando llanisco de San Roque. Ramón Sobrino Pérez, "El Nino de Pancar", recibirá el próximo martes 16, con motivo del día grande de San Roque, la fiesta que tanto quiso, un emotivo reconocimiento a su brillante trayectoria, ligada al folclore del bando llanisco que tiene como símbolo distintivo la siempreviva, con motivo del 50.º aniversario de su fallecimiento. El homenaje a tan insigne figura tiene que ser, tal y como a él le hubiese gustado, bailando.
Ángel Purón, a quien "El Nino" enseñó a bailar el pericote con 13 años, volverá, un cuarto de siglo después, acompañado de "viejas glorias" del bando ligadas a la localidad de Pancar, a interpretar en la plaza de Parres Sobrino, con motivo del festival folclórico del bando, el pericote que les legó. Serán seis triadas y junto a Purón bailarán Ani Fernández Buergo, Blanqui Sobrino, Coté Rodríguez, Josefina Díaz de Bustos, Loles Torre, Lourdes Pellico, María Jesús Pérez, María del Carmen Núñez, Marta Sobrino, Merce Sobrino, Nieves Fernández, Tere Fernández, Ramón Fernández, Moncho Sobrino, Pedro Morán, Pedro Sobrino y Rafael Fernández. Purón solo guarda gratos recuerdos de "El Nino". La última vez que bailó el pericote el día de San Roque fue en 1991, cuando se cumplieron 25 años de la muerte del maestro del pericote de San Roque. Nada mejor que volver a vestirse de porruano para recordar en la práctica sus enseñanzas, coincidiendo además con el año en que las fiestas del bando que preside Javier Abello, se dedican a este gran impulsor del folclore. "La primera vez que bailé fue en 1963 y enlacé 25 años seguidos bailando", explica. Durante este tiempo, Purón tomó el relevo de "El Nino" y durante 18 años fue el director del grupo folclórico de San Roque siempre con las enseñanzas del mítico maestro en la mente.
"A 'El Nino' le recuerdo ensayando con una vara de avellano en la mano. Con ella nos tocaba en las piernas cuando hacíamos algo mal y había que volver a empezar", sostiene. "Extremadamente metódico con todo lo relacionado con el pericote, serio, cercano, recto y cariñoso", así era Sobrino en los ensayos del pericote, todos los días por la tarde entre el 1 y el 15 de agosto, cuando las triadas repetían sin cesar el baile en la bolera de El Retiro, en Pancar. "El martes se me acumularán los recuerdos. 'El Nino' fue gran amigo de mi abuelo, de mi padre y mío. Me acordaré de la primera vez que bailé el pericote en San Roque gracias a él, y de la última vez que lo hice, en 1991, por él. Desde que en 2009 varios veteranos bailamos el pericote el día de San Pedro en Pancar, tenía en mente hacerle un homenaje y bailar un pericote de despedida", dice. Los ensayos del pericote de leyendas se realizan en Pancar, desde hace varios domingos. A ninguno de los dieciocho bailadores les ha costado volver a activarse pues, según Purón, "bailar el pericote es como andar en bicicleta. Nunca se olvida. Escuchamos la gaita y el tambor y todo fluye", resalta.
El próximo 20 de agosto, con motivo de la jira del bando de San Roque a Pancar, se descubrirá una placa en el parque de esta localidad llanisca, ligada históricamente al bando de la siempreviva, junto al monolito que recuerda la figura de "El Nino". "Era único e incomparable bailando. Tenía una gracia innata. Él disfrutaba bailando y hacía disfrutar a quien lo veía". Su aportación al baile es fundamental según sostiene Purón. "Cogió un baile de romería como era el pericote, y lo adaptó a las triadas. De su cosecha, junto a Rafael Sobrino, "Falo", creó el ocho doble para dar al baile un final más elegante", explica.
En los días previos al día de San Roque los nervios de los intérpretes del pericote de veteranos se entremezclan con la emoción de salir de nuevo a la palestra para abrir el festival folclórico del bando el próximo martes, en reconocimiento a una figura cuyo recuerdo sigue a flor de piel.
