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Denuncian el abandono del antiguo albergue juvenil de Poo, propiedad del Principado

Los predios colindantes sufren daños por el estado ruinoso de la finca pública, en la que se registraron plagas de chinches, pulgas y garrapatas

Varios miembros de la familia Suárez han tenido la "mala suerte" de tener junto a sus viviendas, en Poo (Llanes), a "un mal vecino", el Principado de Asturias. El Gobierno asturiano es el propietario del albergue "La Fonte del Cai", abandonado a su suerte desde hace años, lo que lo ha llevado a presentar un estado lamentable. Pero para los vecinos "lo peor" es que la nula atención que las autoridades asturianas han prestado desde hace más de un decenio a este edificio y a la finca en la que se enclava, lo que ha provocado continuos daños y quebrantos en sus propiedades. De un lado, las instalaciones anexas al edificio principal, que lindan con propiedades particulares, están en ruinas, lo que provoca la caída de trozos de tejado y canalones a las fincas vecinas. De otro, los árboles situados en el borde de la finca del Principado (plátanos) no se han talado en más de diez años, lo que los ha llevado a tener una altura inusual en esta especie y a que las hojas, y en ocasiones las ramas, caigan en los jardines vecinos, atascando varios sumideros.

El mayor temor de los colindantes es que un árbol o alguna de sus ramas más gruesas caigan sobre sus casas. De ahí que lleven muchos años reclamando al Principado una poda y atención para la propiedad. Pero los dirigentes políticos, lejos de hacer caso a las quejas, ni siquiera han mirado para el albergue, que ha llegado a tener "okupas".

Salomé Suárez inauguró su casa de Poo (Po según la toponimia oficial) en 1978. Entonces los plátanos situados al otro lado de la pared de su finca tenían un tamaño "normal", pues se podaban cada dos años. "Desde los años ochenta no se mantuvieron y ahora ya doblan la altura de la casa", señaló Salomé Suárez, quien subrayó que los vecinos de la zona reclaman todos los años al Principado atención para la finca pública. Pero el Ejecutivo dejó de atender la finca, adscrita al Instituto Asturiano de la Juventud, cuando dejó de haber campamentos juveniles en "La Fonte del Cai". El resultado es: cristales y ventanas rotas, aleros y canalones destrozados, el interior del edificio con escombros...

La caída de hojas desde los árboles de la finca pública ha atascado sumideros particulares cercanos, lo que ha generado molestias y gastos a los afectados. "El abandono es completo y la casa y la finca se han convertido en un auténtico vertedero de basuras", indicó Salomé Suárez, quien desveló que la presencia hace un tiempo de animales domésticos en la finca del Principado (caballos, cerdos...) provocó plagas de chinches, pulgas y garrapatas.

La indignación entre los colindantes creció aún más cuando, el 22 de julio pasado, llegaron varios operarios e iniciaron podas en la finca, pero poco después los trabajos se detuvieron. ¿Por qué? "Porque no hay dinero, y el escaso presupuesto que había no daba para más", señaló Salomé Suárez, quien criticó con dureza a los dirigentes autonómicos, porque "ni siquiera saben lo que tienen aquí. Ahora han sacado la propiedad a subasta por cerca de 700.000 euros, pero si alguien visita la finca no tiene ni por dónde entrar, porque está invadida por los restos de la poda y por bardiales", añadió.

Los vecinos se quejan: llevan "treinta y cinco años aguantando". Salomé Suárez lo resume en una frase: "el Principado ha resultado ser un mal administrador y un mal vecino", que ha dejado que su propiedad se haya convertido en "un vertedero", algo que "no consentiría a un particular".

Los vecinos aseguran que cuando reclaman a la Administración regional la respuesta depende "de la suerte"; esto es, "de qué funcionario coja el teléfono", pues algunos "pasan directamente" mientras que otros "sí se esfuerzan". Pero hasta ahora sólo han conseguido que se apliquen "parches" en la finca de "La Fonte del Cai".

Los vecinos anuncian que seguirán insistiendo para que se talen los plátanos. Los siete afectados directos por la situación de la finca del Principado llegaron a plantearse acudir el Juzgado, pero desistieron a causa de los gastos que esa acción generaría, más aún teniendo en cuenta que el contrario es "la Administración".

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