"Alsa retira las sanciones" o "Alsa discrimina" fueron algunos de los mensajes que gritaron el centenar de personas que esta mañana participó en una manifestación convocada por la Corriente Sindical d' Izquierda (CSI).

Los asistentes caminaron desde Muñigu hasta Covadonga, donde leyeron un manifiesto para protestar por "la generalización de intentos de sanciones con poca base jurídica" por parte de la empresa Ebrobus, del grupo Alsa. "En lo que va de semana abrieron siete sanciones y todas a gente que sospechan que es simpatizante de la CSI y que pueden ser suspendidos de empleo y sueldo entre 45 y 60 días", se quejó el representante Juan Corte. Él mismo sufrió media docena de amonestaciones en el último año "que no prosperaron". El detonante de la movilización fue la sanción de dos meses a un trabajador por dar dos mordiscos a una manzana para hidratarse mientras trabajaba.