La decisión de precintar el chiringuito de la playa de Gulpiyuri, horas después de su apertura no fue "un capricho", sino "una actuación correcta", una obligación basada "en informes técnicos y jurídicos", señaló ayer el alcalde de Llanes, Enrique Riestra, quien subrayó que no está dispuesto a aceptar "presiones" ni "amenazas" y que desveló que tanto él como la vicealcaldesa, Marián García, estudian iniciar acciones legales contra el abogado de los dueños del bar de temporada de Gulpiyuri, Gerardo de la Iglesia, que amenazó con denunciarles si precintaban el local.

Gerardo de la Iglesia aseguró que precintar el chiringuito sería una "patente ilegalidad" y criticó la actitud "caprichosa y arrogante" de Riestra y García. Según el regidor llanisco, estas declaraciones "sólo persiguen presionar para obtener un permiso que se niega sobre la base de informes técnicos y jurídicos. El juez determinará si las palabras del abogado, que pone en entredicho nuestra actuación, avalada por los servicios técnicos y jurídicos municipales, pueden ser tipificadas como amenazas", añadió Riestra.

El alcalde llanisco aseguró que son esos servicios técnicos y jurídicos del Ayuntamiento los que "marcarán el rumbo" en torno al chiringuito de Gulpiyuri. Por este motivo, Riestra evitó desvelar si entra en sus planes la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) la autorización concedida el 7 de julio pasado por la Consejería de Urbanismo a los dueños del chiringuito de Gulpiyuri. El Ayuntamiento tiene dos meses desde que recibió la notificación de Urbanismo (a mediados de julio) para presentar un recurso en vía judicial. También puede recurrir antes de dos meses los interesados en el expediente que no sean administraciones públicas.

Riestra destacó que el firme objetivo de su gobierno es "acometer lo que nunca se hizo durante años: preservar Gulpiyuri". Destacó que la apertura del aparcamiento cerca de Gulpiyuri es una "medida provisional" para evitar atascos y accidentes, pero que la meta es abrir un parking en el pueblo de Naves. Y cree que en el entorno de Gulpiyuri no debe haber en el futuro "ni aparcamiento, ni chiringuitos".