Viajar en el tiempo es posible en Ribadesella a través de la exposición que el fotógrafo Juanjo Pulgar exhibe en la sala municipal hasta el próximo día 31. El creador gijonés, que además es historiador del arte, diseñó la muestra "Entretiempos" con la combinación de dos capas temporales: fotografías tomadas hace casi un siglo y las mismas imágenes capturadas entre la primavera y el verano.
Lugares tan emblemáticos como las playas de Santa Marina y La Atalaya, las calles Comercio y Gran Vía o el puerto pesquero han sido capturados bajo un doble objetivo: el de los fotógrafos de principios del siglo pasado y el de Pulgar, que ha rastreado el lugar exacto desde el que se tomó la fotografía para insertar la antigua dentro de la actual.
Para los casos en los que no podía componer esta imagen "porque en el sitio se ha construido o no se ha conservado tal cual", el fotógrafo recurrió a un singular sistema de cajas que él mismo construyó: en el fondo coloca la imagen casi centenaria y en la tapa (corredera) la contemporánea. "Ha sido sobre todo trabajo de campo, de estudio sobre el terreno para hacer coincidir ambos encuadres", explica Pulgar, quien comenzó en marzo su investigación, tanto en la fototeca del Muséu del Pueblu d'Asturies como a través de la red, donde adquirió varias fotografías antiguas de Ribadesella.
Las imágenes apenas tienen retoque digital, pero la edición sí fue un trabajo delicado, pues tanto las rocas como el oleaje han de tener continuidad entre los dos momentos. El fotógrafo ha buscado, sobre todo, "el contraste", conseguido con la combinación de los coches actuales con los carros tirados por caballos o "los barcos de pesca atracados en el muelle junto a los turistas haciéndose un 'selfie', una imagen que ahora vemos a diario". Este choque se aprecia, sobre todo, "en las imágenes tomadas antes de los años cincuenta. Hay algunas en las que, si no lees Ribadesella debajo, no sabes de qué pueblo se trata", destaca Pulgar.
La más antigua es de 1905 y la más reciente de 1965, una instantánea de la calle Gran Vía con varios coches aparcados y anuncios de la época a la que el fotógrafo gijonés quiso conservar con color. De forma especial se aprecia el paso del tiempo en las panorámicas de la playa de Santa Marina, pues en la actual es difícil contar todas las edificaciones que la rodean y en la antigua la atención se centra en el chalé de la marquesa de Argüelles, la primera construcción del arenal. Este contraste adquiere especial relieve si en las fotografías (sobre todo en las antiguas) aparecen riosellanos de la época, bien sea bañistas en La Atalaya, paseantes sobre las calles o trabajadores faenando en el puerto.
Pasado y presente conviven en esta exposición, que cuenta con un añadido. En el tríptico que la acompaña Pulgar ha diseñado un mapa con la numeración de las fotografías para que el visitante pueda hacer un recorrido por los lugares. El horario de lunes a viernes de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas. El sábado el horario es de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00 horas.
