Los cabraliegos pueden estar muy tranquilos. El futuro de su famoso e internacional queso está más que asegurado. La cantera funciona a pleno rendimiento, tal y como quedó demostrado ayer en Arenas durante el taller infantil de elaboración del manjar que madura en el corazón de los Picos de Europa celebrado en las instalaciones de la cueva exposición de Arenas. Medio centenar de pequeños de entre los dos y los doce años, aprendieron todos los secretos pasa hacer un buen cabrales. La actividad se enmarcó en la semana cultural diseñada como complemento del LXVI Certamen del Cabrales que tendrá su punto culminante mañana, domingo, con actividades como la elección del mejor queso del año y la subasta de la mejor pieza.
Oscar Díaz, Andrea Tolosa y Eva Gutiérrez, técnicos del Consejo Regulador del cabrales, junto a la productora Noelia Gutiérrez de la quesería de Tielve Rieses, fueron los encargados de dirigir el taller, ante la atenta mirada de los menores.
Tras calentar la leche a treinta grados, añadir el cuajo y dejarlo reposar durante una hora, entraron en acción los niños, quienes se encargaron de romper la cuajada, desuerar y moldear los quesos. Los mellizos Lara y Hugo Barrero Vizueta de 9 años, fueron dos de los "queseros" más activos. Ambos viven en Mieres pero sus abuelos son de Arangas. "En Cultura Asturiana nos enseñaron este año que el cabrales es el queso más popular de España. Nos encanta el sabor que tiene", aseguraron ambos hermanos. Junto a ellos estaba Iván Mier Cañas, descendiente de Asiegu y residente en Bélgica. "Es la primera vez que vengo al taller. Creo que puedo llegar a ser un buen quesero", señaló.
Adrián Díaz, de 6 años, procede de una familia de gran tradición en la elaboración del producto más internacional del oriente de Asturias. "En casa no me dejan mucho andar con el queso, así que aprovecho todo lo que puedo este tipo de actividades para poder cuajar el cabrales", indicó.
La productora Noelia Gutiérrez llevó al taller a su hijo de dos años y medio, Borja Pérez Gutiérrez. Como elaboradora celebra este tipo de iniciativas para acercar el queso a los niños. "Es una idea estupenda. Sirve para que los más pequeños sepan lo que hacemos y como trabajamos. Es bueno que conozcan todo el proceso de trabajo que lleva un queso desde que se mece la leche hasta que el queso llega a la estantería de un supermercado", señaló la quesera.
