La acumulación de gases en el habitáculo del motor, como consecuencia del repostaje de gasolina ha podido ser, según los expertos, la causa de la espectacular explosión, el martes, de una lancha de recreo en el puerto deportivo de Llanes. Los dos jóvenes heridos en el suceso acaecido el pasado martes cuando se disponían a poner en marcha el motor de la lancha tras repostar, evolucionan favorablemente de las quemaduras sufridas. L. R. de 20 años, permanece ingresado en el HUCA con quemaduras de segundo grado en las dos piernas. El joven seguirá en la UCI, al menos, durante cinco días. El otro herido en el suceso, E. G., de 25 años, y evacuado al hospital de Arriondas, recibió el alta a última hora de la tarde del martes.

"Lo ocurrido no es algo habitual, pero sí común. Al repostar se desprenden unos gases. Ese tipo de embarcaciones viene preparado con unos extractores que arrancan automáticamente al poner el contacto. Hubo mala suerte y explotó por el exceso de gases que había en el habitáculo del motor. El sistema funcionó, pero da igual. Siempre puede quedar algo de gas", aseguró ayer el responsable del Instituto Social de la Marina de Llanes, Rafael Antuña. Según este experto, coincidieron una serie de circunstancias que provocaron la explosión y el posterior incendio de la lancha, acrecentado según testigos presenciales, por unos cojines que había en el barco. El calor, fruto de las altas temperaturas, pudo también influir en la explosión. El motor de la lancha tenía una potencia de 300 caballos.