La nave de Muebles Pacoli, en Colunga, ha comenzado a ser demolida esta mañana. Han pasado casi dieciséis años desde que este caso llegó a los tribunales, después de que un particular denunciara su construcción en un terreno de interés agrícola.

Las máquinas ponen el punto y aparte a un proceso judicial lleno de vericuetos, pero no será el final. Los propietarios ya han anunciado su intención de reclamar los daños y perjuicios que les causa esta demolición, pues ellos construyeron la nave con licencia municipal y el visto bueno de la Comisión de Urbanismo y Organización del Territorio de Asturias (CUOTA).

Asumen, además, que esto supondrá un nuevo proceso judicial, pues cabe pensar que las administraciones no accedan a la primera a indemnizar a la propiedad. La empresa ha dedicado este último mes a liquidar los muebles de la exposición y emplearán el mes de septiembre para servir esta mercancía.

Cronología

La construcción de la nave de Pacoli fue denunciada poco después de su inauguración, en abril del año 2000. Aquel mismo verano el asunto saltó a los tribunales, de donde todavía no se ha apeado. Entonces gobernaba el PP en el Ayuntamiento y fue con un gobierno socialista, en el año 2004, cuando se diseñó un plan especial para salvar la nave del derribo, recalificando los terrenos donde se emplaza.

El juez ordenó la paralización del derribo mientras el documento seguía su tramitación y después de que los vecinos de Colunga llegaran incluso a manifestarse por las calles de Colunga en favor de la permanencia de la mueblería en esa ubicación. Pero este documento fue declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, una decisión que ratificó el Tribunal Supremo en febrero de 2012, y con ello la demolición volvió a planear sobre la nave.

Este no fue el último pronunciamiento de un tribunal sobre el "caso Pacoli", ya que en octubre de 2014 el Tribunal Superior de Justicia de Asturias concluyó que la nave es "imposible" de legalizar. Lo hizo ante un nuevo intento de la propiedad y el Ayuntamiento de que el juez tuviese en cuenta dos cosas: que el municipio está redactando un nuevo Plan General de Ordenación (PGO) que cambiará la situación urbanística de la zona y que, al margen de este documento, el suelo en el que está la nave es "materialmente" un "núcleo rural", sobre el que se podría edificar. El tribunal incidió en que la recalificación del terreno de interés agrícola a urbanizable sería "solo con miras al interés particular" de la empresa.