Hacía tiempo que no se recordaba un Día del Bollu de la Guía tan redondo y espectacular. Seis carrozas, varios carruajes de todo tipo sobre los que iban los más pequeños del bando y cuatro bandas de gaitas integraron el núcleo de un desfile que, bajo un sol de justicia, recorrió el centro de Llanes camino de la capilla de la Guía. En medio de la farándula multitud personas ataviadas con ropajes antiguos sirvieron culines de sidra a los espectadores.

La benjamina del desfile fue la pequeña Daniela Amieva, de tan solo un mes. Sus orgullosos padres, Ana Esther González y Juanjo Amieva, se turnaron para llevarla. Las carrozas de mayor tamaño fueron una cabaña sobre la que iban los niños de la danza de arcos y la de Cue, que emulaba al histórico tren de madera. Paula Echevarría y su hija Zaira Traviesa de dos años, fueron algunas de sus ocupantes. Echeverría, que suma 15 años bailando la danza de arcos, anunció que la pequeña Zaira muy pronto cogerá su testigo. En otra carroza se emuló un ofrecimiento del ramu.

Sergio Fernández Gutiérrez a lomos de la yegua Jimena abrió la comitiva. En brazos llevaba a su hija Deva Fernández Galán. Un pequeño carruaje que emulaba a un carro del país a bordo del cual iban entre otros, los pequeños Manuel Melijosa de 9 meses y Vega Cue de 6 meses, fue uno de los más simpáticos y llamativos.

De las localidades de la Galguera y Soberrón llegó otro carruaje tirado por un pony. Teresa Blanco iba en el mismo junto a sus nietas Ángela Millar Meré, y Aroa Meré Millar. El carro rindió homenaje a Quini Arenas, ferviente seguidor del bando, fallecido hace año y medio. Sus nietas Carla y Lola Uriarte Arenas iban subidas al mismo. El sidro-avión de Pedro Morán y Toño Herrero, arrancó las risas del público. El desfile concluyó con el repartió el bollu y el vino en el prau de la Guía.

Más información en la página 47