Lucas Rodríguez, el joven herido al explotar una lancha en el puerto deportivo de Llanes el pasado 30 de agosto, fue dado ayer de alta en el Hospital de la Paz, en Madrid, adonde fue trasladado hace unas semanas desde el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), con heridas en el 20 por ciento de sus piernas.
El joven, de 21 años, abandonó en la tarde de ayer la capital de España en dirección a Llanes, donde reside. Según señaló una de sus familiares, Lucas Rodríguez se encuentra "muy bien", ya "recuperado" y "muy animado". Añadió que durante su ingreso hospitalario fue sometido a menudo a sedación, y que cuando recuperaba la consciencia siempre repetía la misma frase: "¡Menos mal que me pasó a mí!".
Y es que la mayor preocupación del joven llanisco fue desde el primer instante que no le hubiera ocurrido nada al amigo que le acompañaba (presentaba heridas de carácter leve y fue dado de alta a las pocas oras del suceso). También daba gracias porque ese día no hubieran estado en el barco, propiedad de su padre, ni otros amigos ni ninguna de sus primas, con quienes solía salir a menudo a la mar.
Especialistas de la Guardia Civil, mientras tanto, investigan las causas de la explosión, que ocurrió cuando Lucas Fernández giraba la llave de contacto, poco después de repostar. algunos expertos achacan la explosión a la acumulación de gases.
