Emoción, sentimiento y fe. Bajo estas premisas, cientos de personas llegadas desde varios puntos de la comarca se dieron cita ayer en la localidad canguesa de Cañu para celebrar la festividad de la Salud. La nota musical la puso la Banda de Gaitas Sidrón, de la localidad piloñesa de Villamayor.

Desde una hora antes del inicio de la misa un incesante goteo de fieles, muchos de ellos con sillas plegables, cogían sitio en las inmediaciones de la ermita. Desde Purón, Llanes, ataviadas con el traje de aldeana llanisca, acudieron a la Salud de Cañu las hermanas María y Ana Rosa Abad con sus respectivos maridos y unos amigos. "La salud es lo que más importa", señaló María Abad, quien ayer acudió a Cañu para cumplir una promesa. "En enero me operaron del corazón y vengo a agradecer a la Virgen que todo salió bien", indicó. Ambas cambiaron la celebración de San Miguel en Purón, que ayer también se celebraba, por dar las gracias a la Virgen de la Salud. De aldeanas iban también vestidas María Tárano y Desiré Carapiella, quienes junto a Paula Moro y Tamara Jolar fueron las encargadas de llevar el ramu cuajado de pan.

La procesión con las imágenes de la Salud, San Miguel y el Ángel de la Guarda fue el momento más emotivo de la mañana. Portaban la cruz y los ciriales la riosellana María Luisa Tomás, la canguesa Paquita Suardia y la pongueta Marga Mata. "Tengo muchos motivos para llevar la cruz", señaló Suardia. Marga Mata completó el recorrido invadida por la emoción. "Mi familia ha venido de Gijón para la fiesta, incluida mi sobrina, que ha sido transplantada. Siento mucha devoción por la Virgen de la Salud. Pido por la salud de toda mi familia y de los presentes", añadió.

La imagen de la Salud fue llevada a hombros, entre otras, por Lara Tarapiella, Carmen Fornés y Susana Dago. Tarapiella sumaba ayer dieciocho años portando las andas. "Es un momento muy especial", confesó. Dago mostró su orgullo por llevar la imagen mientras explicaba que lo hacía por una promesa.

La subasta del ramu y la quema del xigante pusieron fin a la mañana festiva. Por la tarde hubo juegos infantiles y tradicionales y una paellada popular. La celebración finalizó con una verbena.