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"Sueños de invierno", gesta otoñal

Alexander Huber y Fabian Buhl culminan la peligrosa vía del Urriellu tras 9 horas de subida en estilo libre

De izquierda a derecha, el guarda Íñigo Garmilla,Fabian Buhl, Alex Huber y el también guarda Sergio González Bada.

Reto superado. Los escaladores Alexander Huber y Fabian Buhl han culminado su proyecto en el Picu Urriellu y han "liberado" en estilo libre (avanzando únicamente con las manos y los pies) la mítica vía "Sueños de invierno", de enorme dificultad (8a en el argot montañero) y extremadamente peligrosa. Los germanos Huber y Buhl han conseguido encadenar todos los largos, hasta sumar 600 metros de ascensión, en nueve horas. "No ha sido fácil, más que por cuestiones técnicas, por las carencias de protección y seguridad. Ha sido una aventura total", señaló ayer Alexander Huber, toda una leyenda de la escalada, que aseguró que se siente "muy alegre" tras haber hecho realidad su "sueño."

"El Urriellu es una de las montañas más bonitas del mundo. Está en el primer puesto de la escalada mundial. Quizá no se la conoce como a otras montañas, pero está sin duda en el primer puesto. Es incomparable", resaltó Huber. El bávaro, de 47 años, tuvo palabras de admiración para los murcianos José Luis García Gallego y Miguel Ángel Diez Vives, que abrieron en 1983 esta vía en artificial, después de permanecer 69 días colgados en la pared, en una ascensión que dio la vuelta al mundo. "Tengo mucho respeto por los escaladores que abrieron esta vía. Su labor fue impresionante. Han sido verdaderos pioneros", añadió. De hecho, "Sueños de invierno" ha sido repetida escasas veces, destacados escaladores han tardado varios días en alcanzar la cima (siempre hasta ahora en artificial) e incluso algunos tuvieron que desistir y abandonaron la escalada.

Huber y Buhl iniciaron la escalada en libre por la vía "Sueños de invierno" el viernes, a las once y veinte de la mañana, y alcanzaron la cima a las ocho de la tarde, "con la puesta de sol", indicó el primero. Los dos escaladores germanos habían estado estudiando la vía el pasado mes de agosto durante cinco días. La analizaron milímetro a milímetro para "descubrir sus secretos", indicó Huber, y concluyeron que era posible escalarla en estilo. Tuvieron que marchar por razones de trabajo, regresaron el jueves y al día siguiente la culminaron.

Los dos deportistas se interesaron ayer por la vía "Principado de Asturias", también de gran dificultad, sobre todo, por cuestiones de seguridad. Huber explicó que esa vía es "una de las pocas que quedan sin liberar en el Urriellu" y avanzó que quizá intente repetir en ella la hazaña de "Sueños de invierno" en una próxima visita. No descartó que sea el año que viene, cuando acudirá a Asturias a pronunciar varias conferencias. De momento, se dedicará junto a su compañero Buhl a tomar fotografías del Picu Urriellu para utilizarlas en sus charlas.

Huber es un auténtico "hombre lapa", que tiene incontables récords en cumbres míticas, como El Capitán, en California; el Cerro Torre, en la Patagonia, o en Ulvetanna, en la Antártida. "Sueños de invierno" es la vía más larga a la cima del Picu, con unos 600 metros de longitud, con largos de enorme dificultad, en la cara Norte del Urriellu, que muchos especialistas consideran, incluso, más difícil que la mítica Oeste. El principal problema al que se enfrentaron Huber y Buhl no fue la dificultad técnica, sino la peligrosidad. Y es que "liberar" la vía exigía aprovechar únicamente el material colocado en 1983, de peor calidad que el actual y parte de él ya en mal estado, lo que supuso el riesgo de sufrir caídas de más de 30 metros.

Huber acudió al Urriellu después de hablar con los hermanos Pou, Eneko e Iker, que han protagonizado algunas de las mayores hazañas en el Picu (hace apenas unos días "liberaron" la peligrosísima vía "Marejada Fuerza 6"), y con el belga Nico Favresse y el polaco Adam Pustelnik, que intentaron "liberar" "Sueños de invierno" en 2011 y que no lo consiguieron tras sufrir el segundo un grave accidente que lo llevó al hospital.

Tanto Iker Pou como Nico Favresse trasladaron a Huber que sí era posible "liberar" la vía abierta por los murcianos hace 33 años. "Es una vía muy fuerte mentalmente por los problemas de protección", señaló el escalador bávaro, a quien esta vez no escoltó su hermano Thomas, compañero habitual en la montaña. Su pareja en esta aventura, también germano, tiene 26 años y está considerado como uno de los mejores escaladores jóvenes del mundo. Los Huber, Alexander y Thomas; los Pou, Eneko e Iker, y los Favresse, Nico y Oliver, conforman el trío más destacado de hermanos del mundo de la escalada.

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