"Volver a las raíces es siempre un placer muy emocionante". Lo dice María Elisa Granda Priede, y sabe de lo que habla: ayer pisó por primera vez en 67 años su Cangas de Onís natal. Lo hizo gracias al proyecto "Añoranza-Asturias 2016" de la Dirección General de Emigración y Cooperación al Desarrollo del Principado, que ha permitido a una docena de veteranos emigrantes asturianos reencontrarse con sus familiares, a los que visitarán hasta el 7 de octubre.
Con sólo 5 años, María Elisa hizo la maleta y siguió a su padre, Bernardo Granda, en su camino a Buenos Aires en busca de un futuro mejor para la familia. A sus 72 primaveras guarda recuerdos bien nítidos de aquella feliz etapa infantil, a pesar de que hasta ayer nunca había vuelto a la tierra que la vio nacer. "En mi memoria siempre estuvieron los baños en el río Sella y la casa de descanso que teníamos frente a la salmonera de Cañu", explicó esta psicóloga. "Mi padre pudo volver tras la jubilación, pero sin la oportunidad que me brindó el programa 'Añoranza' para mí hubiera sido imposible cumplir este sueño", apuntó la mujer, que tiene previsto alargar la estancia hasta finales de octubre para visitar a primos y otros familiares.
Acompañada por el resto de participantes en el proyecto -financiado con 40.000 euros del presupuesto regional-, María Elisa visitó ayer el consistorio cangués, donde el Alcalde les obsequió con un libro de la historia del concejo. Allí se enteró de que la localidad, eminentemente ganadera cuando ella partió hacia Argentina, es hoy uno de los principales referentes turísticos a escala mundial gracias a la publicidad otorgada por el final de etapa de la Vuelta a España en los Lagos y la visita del Papa Juan Pablo II en 1989. "Antes había cuadras y ahora 4.500 plazas hoteleras en un municipio que cuenta con siete mil habitantes", señaló el regidor, José Manuel González. El buen hacer del consejo de pastores de la montaña de Covadonga, en el Parque Nacional de los Picos de Europa, y el mercado dominical fueron otros valores que subrayó, para regocijo de Granda.
"Me parece maravilloso todas las actividades que impulsan, especialmente la de 'Rompiendo Distancias' que acerca servicios de grandes ciudades a los mayores de las zonas rurales", apuntó María Elisa. "Me enteré de que la casa en la que nací, ubicada a poco más de una cuadra del puente "romano" está en venta y me gustaría realizar gestiones para adquirirla porque viví momentos muy felices en ella", concluyó antes de visitar a la Santina.
