Felicidad Gala Intriago e Ignacio Vega Sánchez no se conocieron personalmente hasta ayer aunque guardan muchas cosas en común: son las personas de mayor edad del programa "Rompiendo Distancias" de la mancomunidad "chica" de Cangas de Onís, Onís y Amieva y los dos trabajaron duro para sacar adelante a sus familias en tiempos difíciles. Por ese motivo y con el objeto de reconocer su esfuerzo, ambos fueron ayer homenajeados en Cangas de Onís coincidiendo con el XVI Encuentro de Mayores.

Flores, una placa o un libro fueron sólo algunos de los regalos que recibieron de manos de autoridades como la Directora General de Gestión de prestaciones y Recursos de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, Paula Mª Álvarez, que no quisieron perderse la cita en la que además hubo una comida, baile y hasta una conferencia sobre la felicidad a cargo del catedrático de la Universidad de Oviedo, José Antonio Flórez. Con tantas atenciones, la única palabra que alcanzaba a repetir una y otra vez Felicidad Gala fue "gracias, gracias". La galardonada, de 99 años de edad, nació en abril de 1917 en Amieva, donde compaginó el trabajo en el campo con el cuidado de sus nueve hijos. Algunos de sus 13 nietos y 14 bisnietos no quisieron perderse el homenaje a esta vecina de Vis que, desde hace poco más de un año, vive "muy a gusto" en la residencia Hogar Beceña de Cangas de Onís.

Igual de agradecido se mostraba Vega, que nació en octubre de 1920 en Para, un pueblo del concejo de Peñamellera Baja, según recordó durante el acto la técnica de atención a mayores del programa, Patricia E. Vega. "Con 17 años cumplió el servicio militar destinado en Valencia y Teruel y de regreso trabajó con su padre en el taller familiar", apuntó. Vega se casó con su mujer Concha a los 27 años y se trasladó a vivir a El Pedrosu, en Onís, donde crió a tres hijas que le han dado seis nietos. A sus 95 años, este aficionado a los bolos y a jugar a las cartas, es conocido como "el maconeru" por compaginar esta tarea con las labores del campo.