"Da mucho trabajo recoger la avellana, pero merece la pena". Lo dice Petri Flores, que ayer se llevó el primer premio por la calidad de sus frutos en el XLV Festival de la Avellana de Piloña. Los 140 kilogramos de producto que esta vecina de Les Cueves y sus hijas Yoli y Rocío pusieron a la venta en Infiesto se agotaron en menos de media hora.

Lo mismo les ocurrió a los finalistas Emilio Tomás Gutiérrez (de Priede) e Ilda Blanco (de los Cuetos), que se quedaron sin mercancías minutos después de que se abriera el certamen, en el que participaron una treintena de cosecheros de la región. Entre ellos, Verónica Longo-Faza, que achacó a la meteorología "adversa" la escasez del fruto registrada este año. "Hizo mucho calor cuando las parras estaban floridas y no sacaron el gramo. Es la cosecha más limitada que se recuerda en años. Este año traje al festival 35 kilos, la mitad menos que en otras ocasiones", dijo la joven.

En total se pusieron a la venta en la plaza del Ganado de Infiesto unos 1.200 kilogramos de avellanas. Sólo los más madrugadores pudieron hacerse con el fruto seco piloñés, que cotizó a seis euros el kilo. Cuando comenzó a mediodía el pregón a cargo de Román Benito los agricultores llevaban tiempo con los puestos vacíos. "Hay una demanda creciente de avellanas unida a una gran escasez de la cosecha. Si otros años ponía a la venta más de cien kilogramos, este no llegó a veinte", contó la participante Isolina Lobeto, de Espinaréu. "Lo peor es que no conocemos ninguna medida efectiva que podamos aplicar para frenar la escasez de cara a futuras recolecciones más allá de podar bien los árboles", dijo. Su opinión la compartía Aquilina Martínez, que puso a la venta cien kilos de avellanas recogidas en Sobrepiedra.

Las autoridades locales presentes en el festival de la avellana abogaron por trabajar de forma conjunta para fortalecer el desarrollo del mundo rural y asegurar el relevo generacional en el campo. Fue el caso del alcalde piloñés, Iván Allende, que hizo hincapié en la necesidad de "dar apoyo de forma global" a los jóvenes. "Es importante que vean que el trabajo en el medio rural es rentable y que obtengan el reconocimiento que se merecen por realizarlo como ocurre en países como Francia, donde la labor de agricultores y ganaderos están muy bien valorada", dijo. El regidor socialista invitó a hacer "un esfuerzo extra por parte de todos" para evitar la despoblación de los pueblos.

Las diputadas regionales del PP Emma Ramos y Marifé Gómez fueron algunas de las parlamentarias que se dejaron ver por el festival de Infiesto, donde reclamaron al Gobierno regional socialista "ambición y valentía para promover la agricultura ecológica". "Hemos presentado una iniciativa en la Junta General para promover estas actividades que son fuente de riqueza y empleo y frenan el despoblamiento de las zonas rurales", dijeron. El proyecto incluiría medidas para incentivar la agricultura ecológica entre autónomos, el aprovechamiento de terrenos en desuso y el cooperativismo. "Instaremos al Gobierno regional para que ceda el uso de determinadas instalaciones donde se pueda impartir la formación necesaria para impulsar este nuevo nicho de mercado", dijeron.

Una exposición de aves en la plaza del Ayuntamiento y otra de artesanía de la madera en el centro El Prial completaron ayer la programación del festival, que vivió uno de los momentos más emocionantes con la entrega del premio al cosechero de más edad, Alberto Luarca, vecino de El Pedrosu de 82 años -que venció además en la categoría de mejor mantenimiento de plantaciones- y a la más joven, Carmen Rodríguez, de 5 años.