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"Vender los leones de Covadonga sería un disparate", defienden los cangueses

Vecinos, empresarios y turistas del santuario sugieren que Betanzos, que aspira a recomprar las esculturas, fabrique unas réplicas

"Vender los leones de Covadonga sería un disparate", defienden los cangueses

El anuncio de que la localidad gallega de Betanzos ha puesto en marcha iniciativas para recuperar los leones de Covadonga ha sentado como un jarro de agua fría a vecinos, empresarios y visitantes de Cangas de Onís, que defienden que las esculturas "están muy bien donde están y no deben moverse bajo ningún concepto".

El ejecutivo de Betanzos ha enviado una carta al Arzobispado de Santiago para que éste actúe como intermediario en una negociación de la que los representantes de la iglesia asturiana niegan tener constancia.

El presidente de la Asociación de empresarios de los Picos de Europa (Incatur), Toño Sánchez Cueto, califica la petición de los gallegos de "inoportuna". "Aunque estas decisiones no nos competen, no podemos de dejar de manifestar nuestro malestar, no veríamos lógico que los leones se vendieran porque forman parte del paisaje de Asturias y sin ellos el Santuario perdería su encanto", manifiesta. Su opinión la comparte el hostelero Antón Puente. "Es una petición respetable, pero fuera de toda lógica y que llega a destiempo. Comparto la acertada opinión del abad, Juan José Tuñón, de que están muy bien donde están porque forman parte ya del Santuario, parece que lleven allí toda la vida. Si quieren unos podrían hacer una réplica", matiza.

Los representantes de los diferentes colectivos cangueses también se muestran contrarios a revender las figuras, esculpidas en mármol de Carrara en el siglo XIX por un artista italiano por encargo del indiano gallego Juan García Naviera. "Covadonga no se entiende sin esos leones, son nuestros y no queremos que los quiten", explica el presidente de la asociación de jubilados y pensionistas "Bella Vista" de Cangas de Onís, José Manuel González.

Los trabajadores del Real Sitio también cierran filas en defensa de que los leones permanezcan en su ubicación habitual. "Si los leones han sido vendidos por sus propietarios al Santuario tras ser rechazada su adquisición por el Consistorio de Betanzos creo que la propiedad está bien clara", apunta Javier Remis, responsable del Museo de Covadonga. "¿Cómo van a vender unas esculturas que ya forman parte de la historia de Asturias y de los asturianos. La imagen de Covadonga hoy no se entendería sin esos símbolos que la caracterizan", asegura Remis.

Javier Galán, vecino de Covadonga y encargado del mantenimiento del Santuario, tilda de "aberración" la petición de los gallegos, que quieren recuperar las figuras para que vuelvan a dar la bienvenida a los visitantes del "El Pasatiempo", un terreno en el que el indiano gallego pretendía instalar una especie de parque temático con distintas figuras adquiridas durante sus viajes por Europa.

"Miles de niños que ahora ya son adultos se han hecho una foto junto a los leones y quitarlos sería matarles la ilusión a los creyentes", señala el jardinero cangués.

Uno de esos jóvenes que se retrató con las figuras es el ovetense Secundino López, que a sus 59 años se encarga de abastecer al Santuario. "En el instituto siempre se organizaba un viaje a Covadonga y todo el mundo se hacía una foto con los animales. Me daría mucha pena que los quitaran porque yo tengo fotos con la que entonces era mi novia y hoy mi mujer, Carmen Haro, y con mis hijas, Lorena y Sonia, que tienen ya 33 y 29 años respectivamente. Sería un disparate", sentencia.

La posibilidad de que Covadonga se quede sin sus leones también causa estupor entre los vecinos de Cangas de Onís. El profesor jubilado Luis Alberto Salcines, nombrado hijo adoptivo del concejo el año pasado, asegura que vender los leones al municipio coruñés de Betanzos "no tiene sentido por el gran valor histórico y sentimental de las figuras".

Los visitantes del Santuario también se niegan a prescindir de los leones que los reciben a la entrada del recinto. Es el caso de la salmantina Rocío Cuadrado, que ayer visitaba por primera vez el Real Sitio y no dudó en hacerse un "selfie" con las estatuas, que habrían sido comprados a los herederos del indiano por medio millón de pesetas de la época, la década de los 60 del siglo pasado. "Son muy bonitos y donde están quedan muy bien", apunta la turista.

Otros, como el turista madrileño Javier Raposo, se muestra más tajante ante la posibilidad de la recompra de las esculturas. "Vengo cada invierno a ver a la Santina y lo primero que hago al bajarme del coche es fotografiarme con los leones. Sin sus 'rugidos' Covadonga no sería lo mismo, perdería su identidad. Si quieren unos leones para ellos, que los fabriquen", concluye.

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