Diez kilómetros a nado por el Sella, 421 kilómetros en bicicleta entre Ribadesella y Covadonga, y vuelta al santuario corriendo es el reto que se ha marcado el deportista riosellano José Luis López Somoano para ayudar a Elsa y Mario, los dos primeros niños a los que han diagnosticado la enfermedad de la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) en España.

El trayecto es el de un "ultraman" y se hace en menos de doce horas diarias durante tres días consecutivos (teniendo las otras doce de cada día para descansar y reponerse), pero Somoano quiere hacerlo "del tirón", en menos de 36 horas. De conseguirlo, se convertiría en el primer español en superar un "ultraman non stop". Será entre el 28 y el 29 de octubre cuando López Somoano se enfrentará a un reto que un catalán tuvo que abandonar a principios de año por problemas con la marea y el tiempo para concluirlo.

"Los diez kilómetros de natación los haré en el río Sella, donde llevo un mes entrenando", explica el deportista, que iniciará su reto bajo el puente sobre la ría y cruzará hasta el polideportivo cinco veces. De esta forma, evitará problemas con la marea y podrá subirse a la bicicleta para ir y volver nada menos que ocho veces de Ribadesella a Covadonga.

Eligió este trayecto porque no se quería alejar mucho de Ribadesella por si tiene que comer y, además, por lo que implica el santuario "para los asturianos. Si paso por allí, algo de fuerza me dará la Santina, eso espero", confía el riosellano. El reto se describe en pocas palabras, pero él lo llevará a cabo "sin parar a descansar más que diez minutos para comer algo, cambiar la ropa si llueve o si hace calor, etcétera". Ha calculado que nadará durante cuatro horas en el Sella, andará en bicicleta unas 19 horas y, finalizada esta parte, se enfrentará a dos maratones: 84 kilómetros que completará con un nuevo viaje a Covadonga y vuelta a Ribadesella. En la villa hará un recorrido urbano para que la gente que se anime a acompañarle en estos últimos kilómetros -entonces llevará casi diez horas corriendo- pueda hacerlo y presenciar el final de este "ultraman non stop". En total habrá ido, en 36 horas, ocho veces a Covadonga, lo que, bromea, hace que tenga "el jubileo más que ganado".

Con todo, a lo que aspira López Somoano es a vender muchas camisetas para recaudar fondos con los que ayudar a Elsa y Mario. Pueden encontrarse en la tienda de deporte que regenta en Ribadesella, un trabajo que alterna con "entrenar, comer y dormir". El último fin de semana del mes, cuando probablemente se enfrente a las 36 horas de mayor esfuerzo de su vida, estará apoyado por unos amigos gallegos, su mujer, Tamara Gancedo, con la alimentación y la suplementación, y con un fisioterapeuta, por si le ocurre algo.