El 58.º Concurso-Exposición de Ganado Vacuno reunió ayer en Infiesto más de 180 reses de 33 ganaderías de la región, pero fueron las explotaciones piloñesas las que se alzaron con los principales triunfos. Un ejemplo: la vecina Cristina González Díaz se impuso en el campeonato de la raza asturiana de la montaña con su macho "Trasgu" y la lugareña Juana M.ª Díaz Castañeda hizo lo propio en el de asturiana de los valles tipo normal con "Tizón". Pero si hubo un campeonato en el que destacaron los piloñeses ese fue el de asturiana de los valles de tipo doble grupa, en el que coparon por completo los premios: el mejor macho fue "Bolero", de Diego Fernández; la mejor novilla "Brisa", de Juana Mª Díaz, y la hembra más destacada volvió a ser "Limonera", propiedad de José Luis Fernández Álvarez, que también presentó el lote de establo ganador. "La genética y la alimentación son fundamentales para criar una buena vaca de los valles, que destacan por su belleza y su docilidad", apuntó el último. El ganadero, que presentó una veintena de reses que pastan en sus fincas de La Afayaiza y Los Robles, destacó la buena organización del evento. Fernández subrayó la necesidad de que el Principado efectúe en los saneamientos ganaderos la prueba comparada para evitar falsos positivos por tuberculosis en las explotaciones, que acarrean graves perjuicios a los profesionales.

Los piloñeses no son los únicos que lograron subirse al podio en la plaza de Ganados de Infiesto. La ternera "Osa", de Emilia Asunción Viñes (Colunga), fue considerada como la mejor en la categoría de asturiana de la montaña. "Me metí a la ganadería por afición y llevo ya ocho años viniendo al concurso piloñés porque hay buen nivel", sentenció esta bióloga.

La hembra adulta "Bandida", de ocho años, propiedad del tinetense Sergio González, fue la vencedora absoluta en la categoría de asturiana de la montaña. "Los bajos precios del mercado hacen que cunda el desánimo y los reconocimientos sirven para mantenerse", contó González, que a sus 31 años lleva tres en el sector.

El número de animales participantes en el concurso de Infiesto fue ligeramente inferior al de anteriores ediciones, en las que se superaban los dos centenares de vacas, pero tanto los concursantes como el público en general destacaron la gran calidad de las reses.

En la misma línea se expresó el juez Manolo Torre. "Hay mucho nivel, y eso es gracias a que a pesar de las malas condiciones por las que atraviesa el sector los ganaderos se esfuerzan y siguen trabajando", dijo. Torre desgranó algunas de las claves para distinguir una vaca "de pata negra", a saber: las casinas tienen que ser fuertes, achaparradas, con las ojeras y el reborde de pezuñas y orejas terminado en color negro. Su opinión la compartía el ganadero de Villaviciosa José Manuel Cardín, que participó con 13 animales y consiguió que su novilla "Pandora" fuera reconocida como la mejor en el campeonato de asturiana de los valles de tipo normal. Cardín, que destacó la buena organización del evento, abogó por la prueba comparada para evitar falsos positivos por tuberculosis. También el naveto David Maújo, quien destacó el trabajo de la Asociación de Raza Asturiana de los Valles (Aseava) para mejorar la genética de las vacas, "las que menos grasa saturada tienen de todas".

El Ayuntamiento de Piloña nombró "Paisanos del año" a Benjamín Pumarada (Cúa) y a María Dolores Fernández (Peñuecu). Infiesto acoge hoy la tradicional feria de ganado de Santa Teresa.