La coronación canónica de la Virgen de Guía "superó todas las expectativas" ayer en Llanes. Lo dice el presidente del bando llanisco, David Prada, que no ahorró en palabras de agradecimiento "para todos los vecinos que desde el primer día, independientemente de a qué bando pertenecieran, se volcaron con este evento histórico". Nadie quiso perdérselo, y por eso encontrar sitio en la basílica a mediodía fue ayer misión casi imposible. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, fue el encargado de oficiar la multitudinaria misa. "No fue en absoluto complicado despejar la agenda para hacer hueco a esta cita", señaló.
El Arzobispo explicó que una corona "es signo de distinción, de nobleza reconocida, pero también de compromiso por parte de quien la llevaba con dignidad responsable para el bien de un pueblo". Lo dijo antes de subir a una plataforma para proceder a la coronación de la Virgen. Era poco antes de la una de la tarde y estallaron los "vivas" justo cuando la joya tocó la cabeza de la imagen.
Muchos tuvieron que tirar de pañuelo para enjaguarse las lágrimas por la emoción. Otro de los momentos más emotivos fue cuando varias parejas de niños de la danza de arcos bailaron frente al altar al son de la gaita de Mario Rozas y el tambor de Luis Alberto González. Éste último lleva 43 años participando con su música en las procesiones de la Virgen de Guía y por eso ayer no pudo ocultar su emoción. Lo mismo le ocurrió a a Rozas. "Mi bisabuelo Agustín fue uno de los que más cooperó en el bando desde sus inicios y por eso días como hoy van más allá de la devoción y sirven para recordar a quienes ya no están", dijo. Los jóvenes Francisco Inguanzo y Carmen Díaz ofrecieron sus arcos al Arzobispo al finalizar el baile. "Estamos muy contentos de haber participado en este día tan especial", aseguraron a LA NUEVA ESPAÑA.
Tras la danza dio comienzo la procesión, que se prolongó hasta cerca de las cuatro de la tarde. La comitiva la abrieron con la cruz y los ciriales los jóvenes Lucía García, Miren Díaz y Ángel Enterría, seguidos de los cinco misterios y jóvenes bailarines como Verónica Batalla, de ocho años de edad.
La imagen de la Virgen de Guía, ya coronada, paseó por barrios como el de Bustillo a hombros de 44 costaleros y miembros de la comisión de festejos que por turnos la llevaron hasta su capilla. Durante el trayecto fueron no pocos los vecinos que desde los balcones engalanados le tiraron pétalos de flores. "Uno de los momentos más emocionantes fue al entrar al barrio de Bustillo porque los vecinos tuvieron oportunidad de disfrutar de la procesión que normalmente no pasa por allí y ver cómo se volcaron en la decoración con pancartas y fotos", apuntó el presidente del bando del nardo.
En la zona de La Muyerina, lugar donde estaba la antigua capilla de San Antón que e acogió la primera talla de la Virgen cuando ésta llegó por mar a la villa hace quinientos años, también hubo una parada.
Allí, con la Virgen colocada mirando al puerto, el párroco Florentino Hoyos rememoró aquella llegada y cómo desde entonces la imagen ha sido venerada y ha servido como "estrella de mar que guía por aguas difíciles a un puerto seguro".
Los presentes recordaron que con la coronación se completa un proceso que llevan madurando ocho años desde que el patronato de la capilla de la Guía junto con el bando y la comisión de festejos.
"Cuando el 8 de septiembre de 2015 nos anunciaron que autorizaban la coronación y ponían fecha para la misma fue una grata sorpresa, porque coincidía con el quinto centenario del culto y era poner el colofón, no se puede pedir ya más", señalaron los organizadores. Su opinión la comparten los centenares de fieles y curiosos que siguieron el evento. Fue el caso de la turista madrileña Eva Fernández. "Vine a Llanes en octubre pensando que era temporada baja y no habría gente y me encuentro con que está repleto, pero ha merecido la pena porque el acto ha sido muy emotivo y bien organizado".
La Virgen de Guía de Llanes es la tercera de Asturias en ser coronada pues ya lo son la de Covadonga desde 1918, y la de Nuestra Señora de los Remedios de Carreño, hace 57 años.
